Agents of S.H.I.E.L.D: Los orígenes comiqueros

Kamala Khan es una muchacha más. Vale, es la primera adolescente musulmana que tiene su propio cómic en el Universo Marvel. Pero es un detalle menor, aunque fundamental. Lo realmente interesante es su normalidad: escribe fan fictions de Los Vengadores hasta altas horas de la noche y quiere ser tan alta, rubia y guapa como la chica popular de clase. Entonces se convierte en una heroína.

Una extraña neblina recubre todo Nueva York. Se extiende más allá de la isla y llega hasta Nueva Jersey. Allí, una muchacha de dieciséis años cuya religión le impide probar el alcohol acaba de probar el alcohol. Se desmaya, creyendo que con un sorbo de vodka con fanta de naranja ya tiene la suficiente droga en el cuerpo como para caer inconsciente bajo la luz de una farola. Y entonces aparece Ms. Marvel. Ms. Marvel era un personaje de Marvel (obvio) con tacones de aguja, un bañador ajustado como traje de combate y poco más.

Como un ser divino, Kamala le habla a Ms. Marvel, rogándole que por favor la convierta en ella. Con tacones y todo. Así sucede. La muchacha despierta, sale de su literal capullo y se ve con el pelo rubio, una tez pálida y el habitual traje de faena superheroica. Y luego ocurren cosas. Pero, ¿por qué es importante todo esto? Por varios motivos: desde Spiderman, Marvel no había creado un super tan dirigido a un público adolescente descontento que les dice de forma directa que no pasa nada por ser distinto. Porque, dentro del maremágnum que es el Universo Marvel, un personaje cuyos orígenes comienzan en 2013 es fundamental para atraer a nuevos lectores.

Lo políticamente correcto

¿Y que tiene que ver Agents of S.H.I.E.L.D. con todo esto? Porque Kamala Khan es una Inhumana.

Nadie habría adivinado, hace tres temporadas, el camino que tomaría S.H.I.E.L.D. El camino que nos ha llevado hasta los Inhumanos, los Krees, las luchas entre distintas entidades llamadas de la misma forma, el nexo común a todo el Universo Cinematográfico Marvel y, en esta temporada, el camino que está tomando entre la space opera terrestre y la Civil War que se nos viene encima.

Kamala Khan, con su reflexión sobre el Islam en la adolescencia norteamericana, sobre la deslocalización que siente una persona nacida en un lugar pero criada como si viviese en el país de sus padres y sobre la importancia de emponderarse a uno mismo para poder emponderar a todos los que son como tú, es el personaje más diverso, profundo e interesante que ha creado Marvel en unos cuantos años. Ayuda, claro, que G. Willow Wilson, la guionista, sea musulmana y el arte de Adrian Alphona, rejuveneciendo el aspecto agarrotado de los héroes adultos y tratando al adolescente como un ser de una fisicidad imposible.

Lo de que te estás cambiando para gimnasia y creces cuatro metros

Ms. Marvel 1: Fuera de lo normal. No tiene desperdicio.

Los Krees que vinieron del espacio profundo

Pero para conocer bien a los Krees, tenemos que irnos hasta 1971. Cuando los héroes se presentaban y contaban sus objetivos en unos bocadillos inmensos cada vez que cambiaban de habitación. Por aquel entonces, Los Vengadores eran un puñado de personas extrañas, algunos anti-héroes reconvertidos, un androide de colores llamativos y poco más. Entonces, llegó la guerra.

Vino en forma de un hombre: el Capitán Marvel (obvio, también). Mar-Vell era un policía interestelar de la Milicia Imperial Kree, que viaja hasta la Tierra para observarla y decidir qué hacer con ella. Con el buenrollismo característico de un héroe de finales de los sesenta (Nixon quedaba aún lejos, Martin Luther King aún no había sido asesinado), decide que la Tierra es digna de continuar con su errática existencia. Traiciona su misión y, por defecto, al Imperio Kree, que lo repudia.

Un día cualquiera en el Universo Marvel.

Así llegamos al arco de la Guerra Kree-Skrull. Visión, La Bruja Escarlata y Quicksilver se encuentran a Marvel vagando por la Tierra tras abandonar la Zona Negativa (esto todo es una movida, pero hay que resumir) y lo capturan. Mientras tanto, en el Imperio Kree, Ronan (¿Os suena de algo? Sí, Chris Pratt, un árbol, un mapache, un ex-luchador de la WWE y Zoe Saldana se enfrentan a este tipo, encarnado por el pastelero de Pushing Daisies en su versión tocha, en Guardianes de la Galaxia), digo, Ronan decide mandar a un centinela para que lo mate.

En toda esta historia, uno de los paradigmas de cómo hacer las cosas con los supers en los años 70, nos encontramos con Los Vengadores en su tercera versión, que luego son repudiados por los Vengadores originales –Iron Man, Capitán América y Thor-, que luego se enfrentan a Los Cuatro Fantásticos, que resultan ser Skrulls (alienígenas cambiaformas que no sé si veremos en las películas de Marvel, porque los derechos están en la Zona Negativa). Por salir, sale hasta Carol Denvers, la Ms. Marvel original.

Este arco es fundamental para comprender las mecánicas internas del Universo Marvel, que el cine y las series están heredando: Roy Thomas, guionista de estos Vengadores, fue uno de los primeros en ver el multiverso que tenía entre las manos y entrelazarlo sin piedad. Mientras en DC cada super tenía un mundo aparte e individual, en Marvel todo era orgánico, continuo y vivo. Pero, a la vez, estos supers son unos misfits, como ellos mismos se describen, al margen del mundo humano habitual, con sus tribulaciones y sus invasiones interplanetarias. Además, a estas alturas, la historia se había enredado tanto que Rick Jones, ayudante de Marvel, echaba de menos los días más simples, donde los héroes eran héroes y los villanos, villanos.

Aquí teníamos un acercamiento importante a los krees, de una forma macroscópica. Se puede indagar también en las raíces del Capitán Marvel para ver cómo una especie superior a la nuestra decide si merecemos existir en el universo, un poco similar a lo que hacemos nosotros a diario con otras razas y seres.

Una parada antes de llegar a S.H.I.E.L.D., que llegaremos.

Los vengadores: la Guerra kree-skrull

Los Inhumanos

En el principio de los tiempos, bueno, un poco después, entre la extinción de los dinosaurios y Babilonia, la guerra Kree-Skrull ya había comenzado. Hasta la Tierra llegó un destacamento Kree que alteró genéticamente a ciertos humanos. Esto ya lo sabemos, más o menos. Porque lo hemos visto en S.H.I.E.L.D. Pero tiene su origen en la mente de uno de los mayores genios marvelitas: Jack Kirby. Obsesionado por el cosmos y todo lo que hay más allá de nuestro planeta, Jack Kirby aportaba un toque interestelar a cualquier cosa que tocase.

To’ esto es mío.

Muchos miles de años después, los Inhumanos viven en Attilan, alejados del resto del mundo, en una sociedad de castas con un poderoso rey mudo: Rayo Negro. Su mutismo se debe a que el poder de su voz es tal, que la menor sílaba pronunciada por su garganta podría provocar la destrucción del lugar. Normalmente, al referirnos a Inhumanos, hablamos de Rayo Negro y su cohorte de inhumanos: Karnak, Medusa, Gorgon, Tritón y el enorme perro Lockjaw.

Nada más comenzar su colección, en 1975, Rayo Negro ya tiene que enfrentarse al zumbado egomaníaco de su hermano, Maximus y, a continuación, a un enviado de los krees que los viene a reclutar para una guerra al otro lado del universo. Se establecen las bases de la sociedad, cómo esta evoluciona gracias a la Niebla Terrigena (esto te suena, fijo) y, sobre todo, las leyes de estos personajes. Por ejemplo, Rayo Negro no puede hablar bajo ninguna circunstancia. Y es el protagonista. Un movimiento atrevido, este. Tener a un héroe mudo. También es un héroe que sufre, épico y trágico.

El primer arco narrativo, que acaba con una promesa de viajar por el espacio infinito, habla por sí mismo. O, mejor, deja hablar a su personaje principal, ese que insisten, e insisto, no debería soltar fonema alguno. Atado de manos y pies a unas columnas, viendo como su gente es cosechada cual ganado. La potencia del par de números donde se desarrolla esta escena es tremenda.

Selfie Carnaval 2015

Los Inhumanos, reinventados.

Agentes de Furia

Y es que es difícil hablar de Agents of S.H.I.E.L.D. sin irse por las ramas. Marvel tiene esa obsesión por interconectar sus historias con meros detalles. Nada más comenzar esta tercera temporada, un personaje ya mencionaba a Hank Pym. Puede parecer una nadería, pero es un premio gratificante para los que están al tanto de su Universo, sin ser un castigo para los que solo se interesan por ciertas historias sueltas.

Pero no he venido a recomendar aquí el Nick Furia de Steranko… ¿O quizá sí? Un Nick Furia pop a más no poder, al que le daba igual enfrentarse a siluetas en la pared como a los colores más vivos jamás visto en un cómic sobre espías internacionales, interespaciales y poco faltó para llegar a ser interdimensionales.

El Hombre

S.H.I.E.L.D. siempre ha hecho sus pinitos en diferentes colecciones, sin tener nunca una asegurada. No son los Inhumanas o los X-Men o Los Vengadores. Quizá el problema sea que es una institución gubernamental. Gris, aburrida, pasillera. Y solo sirve para ser destruida por completo en Capitán América 2 o para reunir a los mayores héroes de la Tierra.

Pero tenemos que pararnos en Secret Warriors, de forma obligatoria, aunque Brian Michael Bendis no sea santo de mi devoción (gran trabajo con ese Ultimate Spiderman, incapaz de llevar bien un equipo de supers). Porque aquí está el origen de Skye. Originalmente no era una inhumana, tampoco una mutante. Solo un superhumano con poderes. Pero, poco a poco, la versión televisiva de esta heroína se ha ido acercando a la del cómic: el mono negro, los guantes, el pelo corto. Las diferencias entre ambos personajes pueden dejar aún más sorprendido a aquel que supiese la historia original del cómic, viendo los derroteros por donde ha virado S.H.I.E.L.D.

Secret Warriors nace en medio de una convulsión en el Universo Marvel, intentando buscar nuevos equipos, nuevos héroes, nuevas historias. Tras el triunfo de la versión Ultimate de estos, se intentó recuperar las formas más clásicas, con un Nick Furia que volvía a ser blanco, pelo cano en los laterales. Pasó desapercibido entre tanta renovación, nuevas colecciones, nuevas ediciones, nuevas versiones y… Quizá se lo merecía, parcialmente. Solo apto para los verdaderos fans con tiempo libre.

En realidad es Angelina Jolie en Hackers

Todo Secret Warriors en inglés

Diego Freire
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