En su cuarta semana en emisión, ‘American Horror Story’ se olvida un poco de la macedonia de sexo y sangre que nos habíamos estado tragando estas pasadas semanas, y dedica su capítulo a una cena llena de invitados muy especiales, además del regreso de una actriz muy querida por los fans de la serie. Si aún no habéis visto el capítulo, no sigáis leyendo, esta entrada podría contener spoilers.
Una serie de invitados empiezan a llegar al Hotel Cortez, pero todos ellos tienen una peculiaridad: están muertos. Acuden a la reunión anual que Mr. March (Evan Peters) celebra en las fechas cercanas a Halloween, y a la que sólo están invitados algunos selectos asesinos, ya fallecidos. Sin embargo, John (Wes Bentley) recibirá una invitación para la exclusiva fiesta, en la que descubrirá alguno de los secretos del hotel.
Por su parte Alex (Chloë Sevigny), tras encontrar a Holden (Lennon Henry) en el Hotel, lo lleva de vuelta a casa, pero nota extraños cambios en su hijo, que sólo la Condesa (Lady Gaga) le podrá explicar.
Cuando creíamos que ‘American Horror Story’ no podía empeorar… ¡sorpresa! Cincuenta minutos soporíferos y sin ninguna acción servidos en bandeja.
No es que el capítulo haya sido malo, sino que ha sido muy pero que muy aburrido. Y ni siquiera el regreso de Lily Rabe encarnando a una asesina chalada que está a punto de asesinar a John, ha conseguido mejorar este peñazo. Han sido cincuenta minutos de tramas muy poco equilibradas. En primer lugar, la falta de la gran mayoría de los personajes «principales», o sus fugaces apariciones, como han sido las de Tristan (Finn Wittrock) o Sally (Sarah Paulson), lo que ya empieza a molestar, pues el desaprovechar a algunos de los mejores actores con los que cuenta el reparto, todo por dar más minutos en pantalla a Lady Caca, perdón, Gaga… pues como que no cuela eh.
Retomando las tramas, por una parte nos hemos pasado prácticamente el 80% del capítulo siendo testigos de la «fiesta» organizada por Mr. March, en la que, básicamente, el único vivo era John. ¿Qué persona se toma con tantísima naturalidad eso de estar rodeado de muertos? No sé yo, me ha dado que pensar, y es que quizás, John tampoco esté vivo, o sea un fantasma, o un zombie, o vete tú a saber qué tipo de criatura pervertida de las que nos vamos a tragar esta temporada.
Pero así ha sido la cena. John, quien antes de dirigirse a la «soireé», ha empinado el codo, acompañado de Liz Taylor (Denis O’Hare), y con la repentina aparición de Aileen Wuornos, una ya fallecida aseina de hombres, a quien John toma por una mujer cualqueira disfrazada de la convicta. Como he dicho arriba, que ni tan siquiera Lily Rabe sea capaz de levantar el nivel en AHS, significa que esta serie no puede hacer otra cosa más que caer en picado…
A pesar de que el capítulo ha sido muy aburrido y su trama ha sido repetitiva y sin gracia, hay algo bueno que podemos sacar de
él, y es la brillante interpretación que no está dando Evan Peters como el asesino James March. Retomando el tono psicópata de su personaje en la primera temporada, la expresión del actor, la encarnación del personaje… Es, con perdón de Kathy Bates, el actor que nos está regalando una interpretación de diez esta temporada. Y, visto lo visto, es lo único buno que, de momento, podemos sacar de esta temporada
Por otra parte, y esta trama era la excusa para sacar a Gaga en pantalla el mínimo de minutos estipulados en su contrato, Alex intenta diagnosticar el estado de su hijo. Lo primero que a mí me perturba es que, para ella, lo más normal del mundo es encontrarse a su hijo, desaparecido hace cinco años, en un hotel de la ciudad, pero con el mismo aspecto con el que lo vio la última vez. Y, lo más normal en estos casos, que sería llamar a tu marido y a continuación, a la policía… pues no. Alex está más desestabilizada que yo que sé, y decide llevarse al niño de vuelta a casa. Tengo una duda, ¿qué le pasa Holden en el pelo? ¿Soy la única a la que le perturba profundamente el pelo ralo que tiene el niño? Necesita un corte de pelo YA. Segundo, Alex, chica, si eres médico, le tomas la temperatura, y ves que no está en 36º, o alrededor, ¿POR QUÉ REACCIONAS COMO SI NADA? Ahora bien, lo de dejar al niño, irte a por un zumo, y volver y que se esté comiendo al perro familiar… Pues nada, de vuelta al Hotel, que la Gaga tendrá respuestas.
De esta forma, la Condesa convence a Alex de que, lo mejor para que ella recupere a su hijo, es que se convierta a la secta vampírica que tiene montada en el Hotel. Todo esto, seamos realistas, era una excusa de la Condesa para que Alex interactuase sexualmente con ella, porque sí, porque le gusta más el sexo que a un tonto un lápiz.
Y así, sin novedades en el frente, menos personajes de los que esperamos, las tramas más pobres y aburridas, y ni un ápice de terror, concluye el capítulo. ¿El resultado? Cero interés por cómo pueda continuar la temporada, más allá del deseo de que Lady Gaga muera, porque mira que es infumable.
¿Y a vosotros qué os ha parecido el capítulo? ¿Os ha gustado? ¿No os ha parecido un capítulo de relleno total? ¿Está John muerto? ¿Es ahora Alex una vampiresa más? ¿Se unirá a la secta sexual de la Condesa? ¿Se cortará Holden el pelo? ¡Animaros a comentar vuestras impresiones del capítulo con nosotros!
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