Final de la quinta temporada de Prison Break: El final que nos merecíamos

Empezó floja esta temporada pero capítulo a capítulo ha ido remontando hasta terminar de una forma sublime, aunque quizá un poco acelerada. Si ya habéis visto los nueve capítulos de esta quinta temporada, ¿lo comentamos?

Tras los dos primeros capítulos (podéis leer el recap aquí), Michael (Wentworth Miller) está más dispuesto a escapar que nunca. Y aunque algunos de sus compañeros, tanto de los antiguos como de los nuevos, dudan de sus lealtades tras todos estos años nosotros nunca hemos dudado de él. Esta vez escapar ha sido más difícil que cualquiera de las anteriores que hemos visto a Michael hacerlo, y si no hubiese sido por la guerra que se desata en el país claramente no lo hubiesen conseguido. Finalmente, Ramal (Numan Acar) muere a manos de Whip (Augustus Prew) y así empieza una trama diferente, más parecida a la que vimos en la segunda temporada.

Durante esta huida Sid (Kunal Sharma) termina muerto y vivimos momentos muy tensos con persecuciones a través del desierto incluidas. Cuando llegan a esa ciudad que parece ajena a la guerra que se libra a su alrededor y Michael les encuentra mientras está a punto de vivir envenenado a todos se nos encogió un poquito el corazón -aunque claramente no podía morir tan pronto-. Tan maravilloso es este lugar que Ja (Rick Yune) decide quedarse allí, olvidándose así de las drogas y todo su pasado. 
Mientras, en los Estados Unidos, Sara (Sarah Wayne Callies) se da cuenta de que las cosas no van bien y decide unirse a T-Bag (Robert Knepper) para descubrir qué está pasando realmente. El primer sospecho es Kellerman (Paul Adelstein), un viejo conocido, pero resulta no ser él y acaba muerto. Ya conocemos el final de uno de los personajes más míticos de la serie. Como todos veíamos venir, Jacob (Mark Feuerstein) es Poseidon y T-Bag es el primero en descubrirlo. A pesar de todas las pruebas y de que todo apuntara hacia él, Sara seguía creyendo cada excusa que éste hacía. Sara siempre ha sido una mujer muy inteligente, y verla caer así por unas mentiras tan obvias ha sido muy duro. 

Llegados a este punto, ambos mundos convergen en uno solo para darnos una trama que se intensifica con el paso de los minutos. Si Michael necesita un médico y una transfusión, ¿quién mejor que su mujer? Así acuerdan encontrarse en Grecia y podemos ver uno de los reencuentros que más pedíamos. Porque, incluso antes de conocer la verdadera identidad de Jacob, nadie le soportaba. Pero no solo eso. Aunque hubiese sido el tío más majo y bueno del mundo nunca podría estar a la altura del gran y magnifico Michael Scofield. Por supuesto, una de las prioridades es ver alguna foto de su hijo (Christian Michael Cooper) y al hacerlo descubre que Sara está casada con Poseidon. Ya no hay duda, Sara no podrá seguir creyendo sus patéticas excusas, porque el hombre de su vida le ha confirmado que su nuevo marido fue el que les separó. Ay, Sara, no me gustaría nada estar en tu posición actual. Y encima has dejado a tu hijo con el psicópata de turno. Gracias a esta conversación por fin hemos descubierto por qué Michael se hizo el muerto, y es que Poseidon le amenazó con encarcelar nuevamente a toda su familia si no trabajaba para él. Empezando por Sara, lo que llevó a aquel final que tuvimos sacándola de la cárcel. Y cuando tras varios años Michael se estaba acercando demasiado a su familia decidió incriminarlo en un homicidio para que tuviera que pasar el resto de su vida huyendo.

El reencuentro no dura demasiado ya que Sara debe volver a los Estados Unidos para rescatar a su hijo MJ de las manos de su actual marido. Pero ahora que ella no está para ayudar a Michael alguien más debe hacerlo, y así hemos podido ver el segundo reencuentro que más ganas teníamos de presenciar, ¡vuelve Sucre (Amaury Nolasco)! Su barco es el encargado de transportar a los fugitivos hasta su país pero Poseidon lo descubre y hace que dirijan un misil hacia allí. A quién no le ha pasado esto. Tristemente, su presencia no ha durado demasiado pero hemos disfrutado cada segundo. 

Finalmente vuelven engañando a Luca Abruzzi (Leo Rano), hijo del ya fallecido John Abruzzi (Peter Stormare), el tío al que Lincoln (Dominic Purcell) debía tanto dinero al comienzo de la temporada. La verdad es que para deber un pastizal ha ido gastando unas cantidades de dinero que no hemos descubierto de dónde sacaba. Una vez en el país y  tras haberse librado del mafioso -o casi- Michael, Lincoln y Seba se unen en la misión rescatar a Sara y a MJ. El plan de Michael nos ha dejado muchos momentazos como ese ‘cliffhanger’ al final del penúltimo episodio en el que no supimos quién había muerto hasta una semana después. Sara consigue escapar pero su hijo sigue en las manos de Jacob. 

Mientras, descubrimos el motivo para reclutar a Whip e incluir a T-Bag en el plan. Ambos son padre e hijo. Esto nos da una relación curiosa y entrañable, haciéndonos incluso coger cariño a un personaje al que tanto odiamos antaño como es T-Bag. Ambos se unen al plan de los anteriores para rescatar a la familia de Michael y conseguir aclarar todo su pasado, pero no todo puede salir como querían. Parte de este plan no sale como debía y Poseidon termina ordenando matar a Whip, despertando así la ira de T-Bag. A pesar de eso, todo lo demás sale como debía y termina con Jacob arrestado y todo el asunto del director de la CIA asesinado más que aclarado. El nuevo director le ofrece trabajo a Michael Scofield, ya como hombre libre, y éste lo rechaza pero pide un último favor. Jacob es internado en la prisión de Fox River -donde todo empezó- y, probablemente no de forma tan casual, es colocado en la misma celda que T-Bag. BOOM. Final de la temporada. 

Los villanos de esta temporada han resultado algo mediocres, comenzando por Cyclops (Amin El Gamal) y teniendo en cuenta la poca historia que hemos podido conocer de A&W (Marina Benedict) o Van Gogh (Steve Mouzakis). Tampoco nos ha dado todas las respuestas que buscábamos ya que, por ejemplo, no hemos sabido nada de personajes como LJ (Marshall Allman). Y aunque no haya podido estar a la altura de la primera y la segunda temporada -que tan maravillosas fueron-, no cabe duda que ha superado a la tercera -especialmente- y a la cuarta. Hemos tenido un final mucho más agradable que el último, y con ello no esperamos que la serie vuelva en un futuro próximo -aunque la cadena ha dicho que no descarta nada-. ¿Qué os ha parecido a vosotros? ¿Os ha gustado esta nueva temporada? ¿Querríais ver una sexta? ¡Animaos a comentar con nosotros!

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Raquel
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