Después del momento de felicidad de la semana pasada, Juego de tronos decide que ya hemos tenido suficiente y nos hace sufrir (de nuevo) con uno de los capítulos más tristes, de esos que hacen que nos se nos encoja el corazón.

Hemos llegado al ecuador de la sexta temporada y grandes personajes ya han tenido sus grandes momentos: Jon (Kit Harington) y su resurrección, Daenerys (Emilia Clarke) quemando el templo con los khalasares dentro… Pero no solo los protagonistas con más minutos de pantalla nos tocan la fibra, y esta semana ha quedado claro por partida doble. Hodor. Verano. ¿A vosotros también se os ha metido algo en el ojo?

Recapitulemos qué ha pasado en el resto de tramas para recuperarnos un poco.

Mole’s Town

Sansa (Sophie Turner) por fin se ve las caras con Meñique (Aidan Gillen) y le reprocha que la haya dejado en manos de Ramsay (Iwan Rheon).

Meñique, que ha demostrado ser inteligente y estratega durante todas estas temporadas, no discute y se muestra totalmente a la merced de Sansa, además de ofrecerle información: el tío de la muchacha Stark, Brynden (Clive Russel), ha recuperado Aguasdulces. Esto significa que ella y Jon podrían formar un verdadero ejército y tener la posibilidad de recuperar Invernalia.

Castillo Negro

Tiene lugar una pequeña reunión para discutir la mejor forma y los posibles aliados para acudir a una batalla en Invernalia. Sansa miente sobre cómo se ha enterado de la situación en Aguasdulces y quiere que Brienne (Gwendoline Christie) vaya a pedir la ayuda del ejército Tully. Brienne no está muy convencida de que eso sea una buena idea y pregunta a Sansa por qué le ha mentido a Jon si de verdad confía en él.

Edd (Ben Crompton) es el nuevo líder de los Guardianes de la Nochey una de las historias más interesantes que se están cocinando a fuego lento es la relación entre Brienne y Tormund (Kristofer Hivju); cada vez que estos dos aparecen en pantalla compartiendo miraditas, se nos dibuja una pequeña sonrisa en la cara. Entre tanta tensión, no está mal un poco de calma, ¿verdad?

 

Braavos

Arya (Maisie Williams) tiene su primera misión para servir al Dios de Muchos Rostros: matar a una actriz llamada Lady Crane. La tarea se presenta sencilla, y Arya está dispuesta a cumplirla. Acude como público a la obra de teatro en la que Crane participa en la que se representa cómo Joffrey (Jack Gleeson) llegó al trono. Aunque al principio parece divertirse, cuando los actores hacen una reconstrucción de la decapitación de su padre, su cara se tensa.

Tras bambalinas, Arya se da cuenta de que solo Lady Crane bebe ron; decide envenenar la bebida para cumplir su misión. Se lo dice a Jaqen H’ghar (Tom Wlaschiha) y muestra algo de vacilación respecto a lo que ha hecho: pregunta quién la quería muerta, dice que parecía una buena mujer… Jaqen H’ghar le dice que no solo los malvados mueren.

Pyke

Hay que elegir un nuevo rey para las Islas del Hierro. Yara (Gemma Whelan) reclama el trono, pero los Hombres del Hierro se muestran reticentes a la idea de que una mujer gobierne las Islas, sobre todo porque tienen a otro heredero legítimo al trono delante de ellos: Theon (Alfie Allen). Sin embargo, éste se pronuncia a favor de su hermana y los habitantes de las Islas acaban por aceptar que Yara debería reinar.

Pero como la concordancia no suele durar demasiado en Juego de tronos, el tío de los Greyjoy, Euron (Pilou Asbæk) sale de la nada para reclamar el trono. Admite haber matado al padre de Theon y Yara, pero esto no impide que se gane el favor de los Hombres del Hierro prometiendo una gran flota de barcos y conquistar los Siete Reinos con Daenerys Targaryen.

Finalmente, Euron es proclamado rey y Yara y Theon saben que deben huir, que su tío es un peligro e intentará matarlos. Cogen los mejores barcos de las Islas y se van mientras se celebra el ritual de nombramiento del nuevo rey. Euron insta a sus súbditos a construir barcos y asegura que a sus sobrinos no les servirá de nada correr.

Vaes Dothrak

Ser Jorah (Iain Glen) confiesa a Dany que la quiere y que está condenado a convertirse en un Hombre de Piedra mientras Daario (Michiel Huisman) es testigo de esta reconciliación definitiva. Madre de Dragones ordena a Jorah que busque y encuentre el remedio para su enfermedad y que, cuando lo haga, vuelva a su lado. Ya era hora de que estos dos hicieran las paces, ¿no os parece? ¿Conseguirá Jorah curarse?

Meereen

Tyrion (Peter Dinklage) confirma que la paz se ha reinstalado en Meeren, pero cree que no ha quedado claro entre los habitantes que Daenerys es la responsable de ello. Para que el pueblo se quede tranquilo, pide que una sacerdotisa llamada Kinvara (Ania Bukstein) acuda a la ciudad para ayudarlos.

Varys (Conleth Hill) desconfía de la sacerdotisa, pero ella se muestra segura en su posición, da algunos detalles sobre uno de los momentos más íntimos de la infancia de Varys y dice que Daenerys es la elegida. Una sacerdotisa con información, misteriosa, segura de que «la prometida» es a quien sirve… ¿no os recuerda a alguien?

Bran

Llegamos a lo gordo del episodio: Bran (Isaac Hempstead Wright). La primera de las varias visiones que tiene el (no-tan-)pequeño Stark desvela que los Hijos del Bosque fueron responsables de la creación del Rey de la Noche, que querían utilizarlo en su favor en la guerra que tenían contra los Primeros Hombres. Hoja (Kae Alexander) se justifica diciendo que sólo intentaban defenderse.

Pasan las horas. Bran se aburre. En un arrebato de insensatez, agarra una de las raíces y tiene otra visión. Está en medio de un ejército y ve al Rey de la Noche. Sorprendentemente, el Rey de la Noche lo ve a él y agarra su brazo. Otra escena con tensión por todas partes. Bran despierta con una marca en el brazo, el Cuervo (Struan Rodger) sabe lo que ha pasado y le dice que se tiene que ir, que no está a salvo ahí. Bran le pregunta si ya está preparado y la respuesta es contundente: no.

Meera (Ellie Kendrick) y Hodor (Kristian Nairn) están contentos con la idea de irse, pero, como mencionábamos, la felicidad no es algo duradero en esta serie. Los Caminantes Blancos llegan dispuestos a llevarse a Bran, que está inmerso en una visión en Invernalia donde está un joven Hodor. Los Hijos del Bosque entorpecen el ataque, y Meera necesita que Bran despierte para ordenar a Hodor que lo coja y se vaya.

Los caminantes entran en la cueva. Meera se defiende de algunos de ellos, y el lobo de Bran, Verano, se abalanza sobre un grupo de ellos, sacrificándose por su dueño Stark. ¿De verdad, Juego de tronos? ¿Era necesario matar a otro lobo huargo?

Verano.

El Cuervo muere a manos del Rey de la Noche y en la visión de Bran se convierte en humo negro. Meera, Bran, Hodor y Hoja están siendo perseguidos por un grupo de caminantes y ésta decide sacrificarse también. Se pone delante de ellos y hace explotar una granada.

Hodor, Meera y Bran llegan a la puerta, consiguen salir y cerrarla tras de sí justo a tiempo, pero no hay nada con lo que atascar la puerta. Bran sigue en su visión de Invernalia. Meera le dice a Hodor que aguante la puerta, en inglés «hold the door». En la visión del joven Stark, cruza una mirada con Hodor/Wylis, quien puede verlo también, y sufre un ataque mientras repite sin parar «hold the door».

Poco a poco nos damos cuenta de lo que se nos revela, y se nos empieza a romper el corazón en añicos. Wylis repite «Hold the door» y va perdiendo gradualmente la claridad a la hora de decir la frase, que pasa a ser «Hold… door» y acaba siendo «Hodor»…

Hodor.

Lo que pasa a continuación es todavía más horrible. Los caminantes blancos rompen la puerta y sabemos que es inevitable: Hodor va a morir para salvar a Bran. Toda su vida ha estado abocado a este momento, desde el ataque que sufrió siendo un niño en Invernalia. «Hodor» no era su nombre, era su misión, hold the door.

Cada vez que el «chico de los establos» decía esa palabra, estaba hablando sobre su propia muerte, y acabó por convertirse en su nombre.

La reacción más repetida a este tipo de escenas en Juego de tronos es unánime: no. No es justo. Los guionistas tienen el corazón podrido. Pero sabemos que seguiremos viéndola, que nadie está a salvo en esta serie, y que si nos hace sentir tantas emociones y a tan alto nivel, algo deben estar haciendo bien.

¿Cómo has reaccionado tú?

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