Gilmore Girls: A Year In The Life

Cuando Netflix anunció hace un año que ‘Gilmore Girls’ renacerían en su pantalla, los fans de la serie dieron saltos de alegría. El abandono de los hermanos Palladino en la séptima temporada consiguió que una serie icónica bajase su nivel justo en su última temporada. Así que parecía justo que volviesen para enmendar ese error. Ahora comentaremos todo sobre este evento de cuatro partes, en el que recorremos un año en la vida de las Gilmore. Si aún no habéis visto el revival no sigáis leyendo, esta entrada podría contener spoilers.

Es invierno y Rory (Alexis Bledel) regresa a Star Hollows a reunirse con Lorelai (Lauren Graham). La pequeña de las Gilmore viaja de trabajo en trabajo y de ciudad en ciudad, en una forma de vida nómada que a su abuela Emily (Kelly Bishop) escandaliza. Sin embargo, ahora que su abuelo (Edward Herrman) ha fallecido, no volver a casa por Navidad es casi un pecado.

Nueve años han pasado desde que Rory se graduase en Yale, consiguiera su primer trabajo menos de una semana después de conseguir el título y decidiera irse. Y también, desde que Lorelai y Luke (Scott Patterson) nos regalasen ese beso de reconciliación que lo curaría todo.

Ahora Rory tiene varios proyectos en la mano, uno de ellos en Londres. Pero en Londres no sólo tiene trabajo sino también un secreto: una relación con un comprometido Logan (Matt Czurchy), a pesar de haber rechazado casarse con él años atrás. Y es que donde hubo fuego, cenizas quedan. Así que Rory, las temporadas que pasa en Londres, las pasa en el apartamento de Logan. Sin embargo, hay algo que no parece terminar de funcionar entre ellos dos, y es la falta de compromiso (por ambas partes).

De hecho, adoptando una postura muy adulto, y después de una reunión de la Brigada de la Vida y la Muerte, una secuencia entrañable, divertida y que consigue revivir el fantástico capítulo «You Jump, I Jump», la pareja decide poner punto y final a su affair, a pesar de que, en el fondo, ambos quieren estar juntos. ¿Por qué complicar siempre las cosas tanto entre Rory y sus parejas? Da igual si es Logan, Dean (Jared Padalecki) o Jess (Milo Ventimiglia), parece que Rory tiene un mal karma con sus novios que no consigue quitarse de encima.

 

Pero dejando a un lado la vida amorosa de Rory, cuando parece que tiene mil y un proyectos, que todo en el plano laboral le va de perlas… Todo se va al garete. Es entonces cuando se ve obligada a regresar a Star Hollows, a pesar de su negativa. Una vez allí, decide ponerse a cargo de La Gaceta de Star Hollows. Es entonces cuando aparece Jess, en una conveniente visita a Luke, y bastan cinco minutos de conversación para que el favorito del público le arregle la vida a Rory. Jess le propone a Rory que escriba un libro, su propia historia, la historia de las chicas Gilmore. Siempre pareció evidente que Rory terminaría escribiendo, y resulta muy apropiado que sea Jess quien le de ese pequeño empujón. A pesar de ser #TeamLogan, entiendo muy bien a todo el #TeamJess, es más, a veces me parece que el destino acabará reuniéndoles. Pero, ¿hasta qué punto es justo traer a Jess de vuelta a Star Hollows nueve años después y hacernos ver que sigue completamente enamorado de Rory? No es justo para él. Jess está un paso más allá de esa relación y, después de tanto tiempo, de todo lo que ha pasado, me parece que no se merece seguir sufriendo por Rory.

Aunque si vamos a hablar del círculo de Rory (además de la fugaz aparición de Dean, recordándonos que sigue existiendo y que tiene mil hijos), es completamente necesario dedicarle un espacio al maravilloso personaje que es Paris Geller (Liza Weil). Paris es la verdadera alma gemela de Rory, y eso lo sabemos todos. Es la que ha estado a su lado durante esos difíciles años de Chilton, durante toda la tormenta de Yale, y ¡Rory tiene las llaves de su casa! No sólo Paris se ha licenciado en Harvard y ahora tiene una prestigiosa clínica de fertilidad y un amplio catálogo de vientres de alquiler. Es que Paris sigue siendo la verdadera reina de la serie.

El personaje que, sin duda alguna, mayor evolución ha conseguido en sólo cuatro capítulos, ha sido Emily. La muerte de Richard deja a Emily sola, descolocada y, también, muy dolorida. Su compañero de vida, de viaje, la persona que la acompañó durante los últimos 50 años, deja un vacío en su vida irremplazable. Y no sólo asistimos al funeral de Richard con todo el nuestro dolor de nuestro corazón, sino que asistimos al renacimiento de Emily cual ave fénix.

Una vez la mayor de las Gilmore termina de aceptar que, de ahora en adelante, su vida va a ser muy diferente, decide cambiar las cosas para empezar a ser feliz. Sin duda Emily nos sorprende y nos enamora, y consigue una evolución y un cambio mayor que el de cualquier personaje en este revival.

En cuanto a la tercera chica Gilmore, aunque no la menos importante, nos encontramos con Lorelai. Todo parece ir bien en su vida: Luke y ella viven juntos, su noviazgo va viento en popa, su relación con Rory sigue siendo inmejorable… Pero hay algo dentro de Lorelai que la remueve.

Y ese algo alcanza su punto cumbre en el capítulo del ‘Otoño’. Lorelai, no sabemos si en una crisis de los 40 (tardía) decide hacer sola una ruta inspirada en el libro ‘Wild’. Enfadada porque Rory va a escribir una novela sobre su vida, frustrada por su relación con Luke, y triste por la ausencia de su madre, Lorelai escapa de Star Hollows para hacer un viaje que necesitaba hacer. Es cuestión de tiempo que lo de Richard explotara y, en su caso, llega en lo alto de una montaña, hablando con su madre por teléfono, y contándole el recuerdo más feliz que compartió con su padre.

 

Pero también, llega el momento más esperado para Lorelai y Luke: esa boda que iba a celebrarse, pero que no llegó, y que casi termina con la pareja de la serie, finalmente se da. Era obvio que nos iban a dar este momento, aunque de una forma íntima, y con la única presencia de Rory y Lane (Keiko Agena) para confirmar el enlace.

Pero, ¡SORPRESÓN! Por algún motivo, los creadores llevaban avisando que las cuatro últimas palabras de la serie iban a ser decisivas, y que sorprenderían a los fans. Y así ha sido. Porque la cigüeña aterriza otra vez en la casa Gilmore, sólo que, esta vez, es Rory la embarazada. ¿De verdad? ¿Era necesario? No me creo lo del círculo completo, no es lo mismo, no es así como debía terminar este revival. ¿De quién es el bebé? ¿De Logan? ¿De Paul el novio que nadie recuerda? ¿O del hombre disfrazado de wookie con el que Rory se acostó? Es que ya da igual quien sea, la pregunta es por qué. Por qué hacer esto con cuatro capítulos que supuestamente sólo querían enmendar los errores de la séptima temporada.

Está claro que los Palladino sentían que así la historia quedaría completa, que con Rory repitiendo la historia de Lorelai, la vida de las Gilmore tendría más sentido. Es algo totalmente discutible. Pero a pesar de los errores cometidos en este revival, de los momentos innecesarios que hemos vivido (el musical de Star Hollows…) ha sido como reencontrarse con un amigo de la adolescencia, esa persona confidente, divertida, y tu compañero de aventuras durante siete años.

Hemos vuelto a Star Hollows, ese lugar que está siempre con nosotros, para siempre.

Irene Alva
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  • Gilmore Girls
  • Gilmore Girls A Year In The Life
  • Las Chicas Gilmore
  • Las Cuatro Estaciones de Las Chicas Gilmore

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