En general estoy satisfecha con este capítulo. Tenía ganas de ver la guerra entre Robin y Loretta, y aunque me esperaba algo más loco que una batalla por ver quien cocina los mejores huevos revueltos, me ha gustado mucho el desenlace que le han dado. Cómo sabéis Barney juega un papel principal en este conflicto desde el principio, cuando le pide a la madre que perdone a Robin por quedarse con su blusa, hasta el final, cuando le confiesa que Robin no puede tener hijos y que sea buena con ella.

Y es que aunque no suelo estar a favor de más momentos tiernos que los que Ted (Josh Radnor) nos proporciona (que ya son más que suficientes), ¿quién no se emociona al ver a Barney decir que para él Robin es más importante que tener hijos, o a Loretta pedirle a Robin que la llame ‘mamá’ y no de otro modo?. Por eso, aunque esperaba que ese pique diese más juego, estoy contenta porque por una vez los guionistas nos dan señales de que la unión entre nuestros dos protagonistas preferidos va a transcurrir bien (si algún año de estos llegamos, por fin, a ese momento).

Por otro lado, parece que todavía no podremos ver el enfrentamiento entre Lily (Alyson Hannigan) y Marshall (Jason Segel) porque éste sigue en su viaje por carretera interminable. Sin embargo hemos podido ver que que Lily alberga bastante ira contenida esperando ese momento, la suficiente como para romper unos ¿cuatro, cinco…? vasos con sus propias manos. La verdad es que tiene al pobre Lynus un poco explotado.

Así como la trama Lily-Hulk-rompe-vasos me ha sobrado totalmente, para mí Lily pasará a la historia gracias a este capítulo. Tú lo pensabas. Yo lo pensaba. Todos ansiábamos este momento desde hace varias temporadas… Ese momento en el que alguien (¡quién fuera!) le dijese a Ted la verdad. Que es un idiota. Que lleva años persiguiendo a una chica que cumpla un montón de requisitos absurdos, y que ya es hora de que baje de las nubes. Óle Lily, Óle.

Poco más que destacar del resto del capítulo, la verdad. Me ha sobrado mucho el intento de terapia por parte de el chiflado del novio de la madre de Ted. Al igual que las discusiones entre Marshall y su compañera de viaje ya son cansinas, por decirlo educadamente. Tampoco ha terminado de gustarme el momento en el que vemos cómo Ted le pide a «la Madre» que se case con él (sí, esa madre que sigue desaparecida). No porque tuviese alguna clase de expectativas sobre ese momento, sino porque todos sabemos que terminan casados y con hijos. Así que si van a mostrarnos más momentos de pareja creo que deberían ser más innovadores. Y lo que es más importante, ¡transcurrir en algún lugar diferente a Farhampton!.

Dicho esto, ¿cuándo volveremos a ver a la madre en el presente y quién creéis que será el siguiente en conocerla? ¿cuántos episodios más tardará Marshall en llegar al hotel? ¿llegaremos a ver a la madre o al padre de Robin alguna vez? y… ¿pensáis que Ted habrá entendido de una vez que es un completo idiota?.

Por el momento os dejo con un avance del siguiente capítulo «Platonish», que parece que tratará sobre alguna de las viejas aventuras de nuestros cinco protagonistas y un viejo invitado especial: