¡Vaya final de temporada nos ha dejado Riverdale! Revelaciones que salen a la luz, más secretos y muchos cambios que se nos avecinan para una ya confirmada segunda temporada. ¿Lo debatimos?
Nos hemos quedado todos a cuadros con la revelación de que Betty (Lili Reinhart) tenga un hermano por ahí perdido. Desde luego, los Cooper tampoco andan escasos de escarceos y secretos de familia, que esto ya parece los Pajares. Seguramente dará mucho juego este personaje al que veremos en la próxima temporada. Nos alegra que Betty siga plantando cara a su familia y siga luchando por descubrir la verdad en un pueblo con tantas mentiras, engaños y secretos.
Y sin dejar a un lado a la adorable Betty, ¿qué os ha parecido su magnífico discurso? Nos ha dejado asombrados y maravillados. ¡Razón no le falta a la chica! Y ha servido para reflejar una vez más el espíritu que impregna a esta serie, que no deja de ser la lucha por la verdad, la sublevación juvenil ante un mundo adulto lleno de oscuridad y malas artes, y es que son las nuevas generaciones las que han de guiar la luz de la verdad y el perdón. Algo que ha quedado patente muy bien en la proclama de Betty.
Esta semana, como no podía ser de otra forma, también hemos tenido nuestra dosis (muy pequeña, eso sí) de romance y ‘shippeo’. Por un lado, parece ser que Veronica (Camila Mendes) tenía dudas acerca de lo que Archie (KJ Apa) decía sentir por ella, ya que éste no para de ponerle ojitos a la rubia cuando la ve con Jugghead (Cole Sprouse). Parece ser que el asunto se ha aclarado rápidamente, pero este triángulo amoroso va a seguir dando que hablar en la siguiente temporada, al fin y al cabo recordemos que Archie y Betty son canon en los cómics originales. Eso, claro, si en la serie quieren seguir esa línea…
Porque la verdad, ahora mismo la pareja Jugg-Betty parece tan fantástica, tan adorable, tan genial, que estamos lejos de querer ver al pelirrojo con Betty. Nuevamente en este episodio tenemos una escena increíble con ellos dos, aunque parece que habrá problemas en el paraíso ya que, ahora que Juggy tiene la protección de las Serpientes y su chaqueta insignia, las cosas pueden ponerse muy turbias, aunque agradecemos que el padre de Jugghead lo hubiera tenido tan claro y es que, en el fondo, sabía lo que se hacía.
Por su parte, la siniestra familia Blossom sigue dando que hablar, y no es de extrañar que la pobre Cheryl (Madelaine Petsch), harta de traiciones y obligaciones absurdas familiares, haya decidido cortar por lo sano y prender fuego a todo cuanto conoce. Y por favor, ¡esa maravillosa escena en el hielo con todo nuestro grupito corriendo a salvarla, con Archie lacerándose los nudillos y nosotros sufriendo con ellos! Ha sido épico. Cheryl es un personaje lógicamente traumado por la loca familia en la que se encuentra, y seguramente será una pieza importante en la segunda temporada.
Finalmente, el mundo de los adultos también tiene muchas cosas que quedan en el tintero que serán de vital importancia pronto. Por un lado, ya sabemos que Hiram Lodge volverá a Riverdale, y dada su enemistad con Fred (Luke Perry), el salseo está más que asegurado. Por otro lado, los Blossom deben lidiar con el suicidio del patriarca y veremos cómo se toma la madre de Cheryl el arrebato pirómano de su hija y qué hacen a partir de ahora.
¡Muchos asuntos pendientes en el aire para la siguiente tanda de episodios que, por cierto, se rumorea que será temporada completa! Nada confirmado aún, veremos en qué queda. Lo que sería muy interesante es que, si son más episodios, jugaran un poco con el esquema de los cómics, en los que cada historia es un misterio relacionado con el pueblo o sus habitantes. De esta forma, podríamos interiorizar más en los personajes y conocer mejor Riverdale, ¿no os parece?
Y ahora, ¡os toca a vosotros, lectores/as! ¿Qué os ha parecido esta ‘season finale’ de Riverdale? ¿Cómo pensáis que se desarrollarán las cosas de cara al futuro? ¡A comentar!
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