Pasamos el ecuador de la temporada haciendo frente al principio del fin. Las cosas empiezan a ponerse verdaderamente peligrosas y en ‘The 100‘ se quedan sin tiempo para buscar soluciones que garanticen la supervivencia de la humanidad. Las decisiones difíciles sigue siendo un continuo en una temporada con un tema tan trascendental por lo que nosotros vamos a analizar este «Gimme Shelter» con detalles a continuación.

La tan temida lluvia negra ha llegado y con ella las primeras muertes de la skaikru por la radiación y un aumento de la urgencia por encontrar una solución al inminente fin de la humanidad. La lluvia negra que, como comentó Jaha (Isaiah Washington), en realidad no tiene color deja a los de Arkadia divididos en grupos protegiéndose de un líquido que quema y frente a la que los trajes especiales no sirven de nada. El problema es que hay varios heridos graves que acaban convirtiéndose en muertes que afligen a algunos de nuestros protagonistas, algunos porque creen que son responsables de las heridas y otros, como Bellamy (Bob Morley), no consiguen salvar a quienes le piden ayuda mientras que Octavia (Marie Avgeropoulos) queda atrapada en una cueva con Ilian (Chai Romruen) con un desenlace inesperado (o no tanto). En la isla Abby (Paige Turco) le cuenta a Clarke (Eliza Taylor) la posibilidad de una nueva solución y es que en esta temporada parece que cuando dicen que no les quedan más salidas mágicamente aparece una nueva esperanza pero en este caso realmente había quedado relegada a la última opción de la lista por lo moralmente reprochable de su utilización. Se trata de la posibilidad de inyectar a todos los habitantes médula de Luna (Nadia Hilker) para convertirse en Nightbloods pero para comprobar la eficacia de esta «cura» alguien debería ser sometido a altísimos niveles de radiación. Así es como Emori se crea su propia historia en la que ella sería la radiada ya que no pertenece a skaikru y termina por provocar una mentira por la cual un simple ladrón de suministros se convierte en malo malísimo y consiguiendo así el perfecto conejillo de indias para el crucial experimento, lo cual también le quita una decisión a Clarke.Lo que extraña de una serie en la que todos son tan héroes es que no haya una cola de voluntarios dispuestos a radiarse por el bien mayor pero, desde luego, la conclusión a la que llega Emori (Luisa D’Oliveira) si bien es un tanto extrema es su reacción a cómo fue tratada en el pasado y, pese a que condene a un hombre aleatorio, no es difícil entender sus intenciones. No estaría de más un poco de confianza en las personas que la rodean ahora pero el ser humano se mueve por instintos y tal vez esta situación llegue a ser la solución al fin del mundo (parte II).
Lo que puede suponer un antes y un después para tres personajes son las consecuencias de la lluvia negra y es que tanto Bellamy como Harper (Chelsey Reist) y Octavia la han sufrido de manera distintas a los demás. Parece que Bellamy empieza a aceptar que no puede salvar el mundo él solo y, otra vez, sorprende que no se haya arriesgado a morir bajo la lluvia por ayudar a otros pero agradecemos que muestren un poco de realidad y sean coherentes con la situación ya que hay un número limitado de veces en que alguien puede hacerse el héroe y vivir para contarlo. Harper, por su parte, se siente culpable porque el chico que muere en sus brazos intentó agarrarse de su ropa para entrar en la nave pero terminó cayendo y empapándose de la letal lluvia pero no podemos entender esta reacción tan intensa si no es para que se explique un hecho que tenga que ver con la chica en el futuro, ¿no creéis? Es decir, si vas corriendo y alguien intenta agarrarse a ti, con lo cual te frena y resulta que es él quien se cae tampoco debería ser motivo de tanta mortificación. Para Octavia, en cambio, puede que la lluvia haya marcado un punto de inflexión para recuperarse de todo el dolor que lleva tanto tiempo sintiendo y que por una vez decide llevar por el camino sexual antes que por el de la violencia. En definitiva la trama sigue avanzando hacia un futuro incierto en el que no sabemos cuál será la verdadera solución que encuentren al tema de la radiación y verdaderamente esperamos que puedan convertirse todos en nightbloods y que los guionistas dejen de marearnos con soluciones, frustraciones y nuevas esperanzas porque sabemos que la serie ha sido renovada por una quinta temporada. Lo que será muy interesante de ver serán los problemas para comprobar la eficacia de la cura y, más tarde, la distribución de la misma porque de seis meses que tenían en un principio en la promo del próximo episodio (que podéis ver más abajo) nos informan de que ahora están a 10 días de la extinción humana, sin presión. ¿A vosotros qué os ha parecido este episodio? ¿Os ha sorprendido la actitud de Bellamy? ¿Y la convicción de Clarke a la hora de utilizar a una persona para probar la médula de Luna? ¿Qué pensáis de la relación de Octavia e Ilian, le veis futuro o ha sido una cosa de una vez?