El esperadísimo final de temporada de ‘Grey’s Anatomy’ ya está aquí. Y madre mía. Shonda, ¿a ti te resulta placentero hacernos sufrir, verdad? No sólo nos mantiene en tensión todo el capítulo, sino que nos hace despedirnos de uno de los personajes más queridos. Si aún no habéis visto este trepitande final de temporada, no sigáis leyendo, esta entrada podría contener spoilers.

Retomamos la trama donde la habíamos dejado en el capítulo anterior. Steph (Jerrika Hinton), intentando parar al violador, prende fuego a la sala en la que se encontraba con él y con Erin (Darby Camp), sin darse cuenta lo cerca que estaban los tanques de oxígeno, lo que origina una tremenda explosión en la planta del Grey Sloan.

Sí, nos veíamos venir que Stephanie se despediría de la serie en este capítulo, aunque también cabe decir que, conociendo a Shonda, esperábamos la muerte de Edwards. ¿Debemos conformarnos con que, a partir de ahora, esta cruel mujer no se ensañe con los personajes favoritos de la audiencia?

Ha sido un capítulo dedicado a Stephanie, por y para ella. La hemos visto en acción, sacando esa leona que es, demostrando que le sobran agallas, y que tiene más fuerza y voluntad que cualquier persona en el hospital. A pesar del miedo, del cansancio, de tener los pulmones inundados de humo, no descansa hasta que se asegura que Erin va a sobrevivir y va a conservar su pierna.

Minutos a contrarreloj, frenéticos, con los pelos de punta, rezando para que Edwards no perdiese su vida entre las llamas, o de peor manera.

Finalmente, la doctora Edwards consigue salir ilesa de la situación, salvo unas quemaduras (importantes) en los brazos. Sin embargo, hay algo que no sale intacto de este incendio, y es sus ganas de vivir. Después de pasarse su infancia en un hospital como enferma, y gran parte de su vida como estudiante en otro hospital, esta vez como doctora, Edwards decide poner punto y final a su relación con la medicina.

¿Era esta la mejor manera de deshacerse de su personaje? ¿Era este el final que merecía Steph? No lo creo. En las útimas temporadas, Edwards ha destacado por encima de otros personajes femeninos, consiguiendo desarrollar un rol tan importante e icónico como el de Bailey (Chandra Wilson), y teniendo su personaje mayor relevancia e interés para la audiencia que Amelia (Caterina Scorsone) o la propia Meredith (Ellen Pompeo). ¿Por qué no quitan de en medio a Maggie (Kelly McReary) y nos hacen más felices a todos?

Sí, la decisión de abandonar Grey’s ha sido de la propia actriz pero, aún así, no deja de ser doloroso. Así que toca despedirse de Steph, de Edwards, esa residente que podría haber llegado a ser la diosa de la Neurocirugía, y que, sin embargo, eligió vivir y disfrutar de la vida.

Y no solo ha sido un capítulo para mostrar el valor y coraje de Steph, sino que ha habido tiempo para, incluso, lios amorosos. No podemos olvidar que la hermana perdida de Owen (Kevin McKidd), Megan, está viva, después de desaparecer hace Dios sabe cuanto. Esto interfiere en la relación de Nathan (Martin Henderson) con Mer, inevitablemente. Pero la doctora Grey parece que ya se ha acostumbrado a sufrir y a vivir resignada, y no intenta detener a Riggs cuando éste reacciona, y decide ir a ver a su no fallecida novia.

Además, tenemos nuevo cotilleo en el Grey Sloan, uno que va a dar que hablar y que a ningún fan de la serie le ha hecho ninguna gracia (me incluyo). Desde hace ya unos capítulos se nos ha intentado demostrar que, de repente, se ha dado un acercamiento en la relación (tanto personal como profesional) entre Maggie y Jackson (Jesse Williams). Pues bien, era de esperar. Y ha sido la mismísima April (Sarah Drew) quien se ha dado cuenta de que algo pasaba. Me niego en rotundo a que pase algo entre estos dos. Porque de verdad que Maggie lo único que se merece es una muerte lenta y dolorosa. Qué personaje más irritable e inútil. ¡¿Y nos van a quitar a Japril para ponernos a esta petarda?! Shonda, recula, primer aviso.

 

Por último, parece que no solo debemos despedirnos de Steph, sino también, de Minnick (Marika Dominczyk). Pero bueno, que a otra cosa mariposa. No nos cambia la vida. Y, seamos realistas, Arizona (Jessica Capshaw) se merece algo mejor. De hecho, lo que se merece es que Callie (Sara Ramirez) vuelva a Seattle y sean felices y coman perdices. ¿Escuchaste Shonda? Segundo aviso.

El balance ha sido una temporada muy floja. Apenas hemos vivido capítulos de esos intensitos, las nuevas incorporaciones no han conseguido conectar con el público y, aún encima, empieza la espantada de personajes decentes. ¿A vosotros qué os ha parecido esa season finale? ¿Os ha gustado? ¡Animaros a comentar vuestras impresiones con nosotros!

8 comments