Inicio de la 3ª temporada de ‘Brooklyn Nine-Nine’: Compromiso

George Costanza consigue comprometerse, por algún motivo, con una mujer. Por supuesto, esto tan solo le trae problemas. La solución, al final de la séptima temporada, pasa por matar a la prometida de Costanza. No hay moraleja en esta historia. No es un momento oscuro o terrible. Es, simplemente, otro gag, un gag enorme y negro como una noche sin luna, dentro de Seinfeld. La facilidad con la que lo suelta y, peor aún, con la que te ríes al narrarlo demuestra su enormidad. Lejos del trato adolescente de Scrubs,Seinfeld sabe que si alguien se muere… Pues a otra cosa. Y de muertes va el tema en el retorno de Brooklyn Nine-Nine.

Nos habían dejado en el anterior final de temporada con una incógnita. Con el Capitán Holt (Andre Braugher) desplazado hasta la sección de Relaciones Públicas, quedaba un hueco en la comisaria del distrito 99. Y llegó una persona misteriosa. Esta persona ha resultado ser el Capitán Seth Dozerman, un Bill Hader haciendo lo que mejor sabe hacer: gritar muy fuerte, con esa cara de cánido enfadado que gasta. Un capitán obsesionado con la eficiencia y el tiempo, un monstruo de nuestros tiempos, muy coherente. Esa sutil pero brillante caracterización en el escenario: no tiene un escritorio, solo un atril y una tablet conectada a un teclado. Un atril con ruedas. Más eficiente, más rápido, mejor.

El problema está en que el capitán tiene el espíritu de una aparición estelar. Nadie puede ocupar el espacio dejado por Holt. Se demuestra nada más empezar. Un ataque al corazón prematuro lo deja fuera de juego… Durante el opening. Pero era una premonición, claro. Y la muerte lo sobrevuela hasta que, definitivamente, acaba con él. Es una muerte extraña, una elipsis que va de un cuerpo hasta una bolsa de cadáveres.  Sin más. Todo esto no es más que un recurso narrativo: un acontecimiento grotesco que obliga a revelar una verdad incomoda. No es una muerte tan graciosa como en Seinfeld, pero funciona de maravilla.

La verdad incomoda es una de esas tramas que acaban por cansar en las sitcoms: el chico y la chica que llevan haciéndose ojitos desde el capítulo uno pero, por diversos motivos, aun no han tenido la oportunidad o no se han atrevido a dar el paso y confesar su amor. Brooklyn lo resuelve por el otro lado: admitamos que esto es incomodo, lo es, somos compañeros desde hace mucho, pero el amor vence sobre todas las cosas, más o menos. Pero pasa primero por esa sensación extraña de estar en una cita con tu amiga, que ya no es de todo tu amiga, sino una probable relación futura con éxito relevante.

Esto provoca un par de situaciones típicas en estas historias: poner reglas que no duran demasiado, usar excusas desesperadas y facilonas que no hay quien se las trague (excepto Boyle (Joe Lo Truglio), que brilla con luz propia en este capítulo, haciendo de la Celestina más tonta y violenta del mundo) y echarse miraditas en el trabajo, hablando de forma indirecta al otro, halagándolo o despreciándolo. Estas situaciones, pese a ser manidas, no dejan de funcionar. Hasta el punto que un lío tonto entre cajas mata a tu capitán. Ahí deberías plantearte tu relación. Por suerte, deciden avanzar. A ver cómo va evolucionando a lo largo de la temporada.

El otro frente abierto es el Capitán Holt, que se enfrenta a su peor enemigo: Madeline Wuntch (Kyra Sedgwick). La lucha de poder es terrible, mucho peor si de por medio está una paloma de tamaño humano vestida de policía. La dinámica entre ambos es perfecta, ese odio acérrimo que se tienen, intentando que el otro se doblegue sin medias tintas. Holt lleva las de perder porque tiene un rango inferior, claro, pero desde su puesto también puede subvertir la cadena de mando y encontrar dignidad desde su traje de paloma.

Al final, un nuevo capitán llega para atormentar a los detectives de la brigada 99. No es otro más que El Buitre, al cual vimos hace mucho tiempo. Parece que, de momento, el Capitán Holt tendrá que sobrevivir bajo la amargada sombra de Wuntch y nuestro equipo hará frente a una serie de capitanes (espero que esto sea como el profesor de Defensa contra las artes oscuras en Harry Potter) terribles que nos harán echar de menos al malo conocido.

Aquí os dejo una serie de imágenes de la paloma, por si os interesa:

 

Diego Freire
AUTHOR
PROFILE

Quizás te pueda interesar...

¡Comenta el capítulo con nosotros!