Inicio de la 4ª temporada de ‘Masters of Sex’

Ha tardado, pero ‘Masters of Sex’ ya está de vuelta a la parrilla televisiva y un año más la comentamos aquí en Recap. La serie ahora se emite en septiembre en lugar de en verano por lo que nos leemos un poco más tarde de lo habitual y ya casi se nos había olvidado cómo habían quedado las cosas en la consulta de Masters (Michael Sheen) y Johnson (Lizzy Caplan). Pero aquí hemos venido a hablar de la recién estrenada cuarta temporada, ¡así que vamos a ello!

Tras un extenso recordatorio de lo que pasó durante la tercera entrega, vemos a los protagonistas separados recordándonos a qué se dedican. Esto era necesario ya que con tanto culebrón habíamos perdido un poco el hilo de que eran investigadores sexuales y no una pareja dramática cualquiera. Poco tardamos en ver a un acabado y desaliñado Bill tener un accidente de coche  que, contra todo pronóstico, no le deja ninguna herida superficial pero nos ayuda a ver cuántos problemas arrastra consigo. Todo lo malo que le sucedió al acabar la anterior temporada se ha intensificado con la depresión que sufre debido a la pérdida de Virginia. El pobre ha perdido algo más que la pajarita.

Virginia, por su parte, no es feliz en un matrimonio en el que su marido no está cerca, y tampoco tarda mucho en acabar con otro hombre en la cama. La vida parece sonreirle más que a su excompañero y la gente de Las Vegas le pide incluso autógrafos por su obra, donde tiene la idea de escribir una columna. Eso si, ninguno de sus hijos se encuentra con ella, ni siquiera el bebé que tuvo recientemente y del que no recordaba nada porque su paso por la serie fue anecdótico.

Y luego, en un segundo plano, tenemos a la traicionada Libby (Caitlin Fitzgerald) que no quiere ni oír hablar de su exmarido por numerosos y válidos motivos. Su situación la lleva a encontrarse con un grupo de mujeres feministas que harán que su personaje continúe evolucionando y debo decir que nada mejor le podría haber pasado a esta serie que Libby encontrando el feminismo.

Después de todo lo que ha sufrido la pobre mujer con el marido que tenía parece que hay luz al final del tunel, y aunque ella sea muy refinada puede que empecemos a ver su lado salvaje con el movimiento hippie que se está desarrollando en la serie y llegue una nueva vida para ella donde ES la protagonista y no un simple peón de la serie.

Puede ser muy interesante todo lo que gire en torno a Libby, ya no solo porque el personaje toma un rumbo que le cambiará por completo sino por lo que significa esto para el avance de la serie, viendo como cada vez más mujeres tienen voz y se salen de ser la «mujer de» y se asemejan más al papel que tiene Virginia desde el principio pero con un contexto más claro y empezando a ser la norma y no la excepción.

Si bien Libby ha evolucionado de una manera increíble durante la serie, Bill no se queda atrás y esta temporada supone un giro de 180º para ambos personajes. Ambos han perdido su eje y van a encontrar un nuevo camino qué seguir. El doctor tiene que saber qué hacer sin Virginia, que durante tantos años ha sido su todo, ha sido su compañera de trabajo su amiga y su amante, y sin ella se siente tan vacío que deja de lado una de las cosas más importantes de su vida: su trabajo.

Ahora es tiempo de que Bill vuelva a reestablecer las prioridades en su vida y tras aceptar que el corazón de Virginia no le pertenece comienza a recuperarse de su depresión y volvemos a ver su cara afeitada y su trabajo en la consulta. Esta vez han decidido explorar el tema de los fetiches aunque muy por encima, imagino que es un tema que se tratará más a fondo en otro episodio ya que todo no cabía en una hora.

Es un tema interesante porque no había sido mencionado en la serie y es algo muy común y algo que suele avergonzar a las personas, por lo que es buen objeto de exploración para Masters, experto en normalizar situaciones que nunca fueron aceptadas en público, más ahora que parece tener corazón, sentimientos y empatía.

Bill muestra una nueva cara en esta cuarta temporada gracias a su corazón roto y ha sido más sincero y comprensivo en un episodio que en todos los anteriores, y eso que en la tercera temporada ya habíamos visto cómo estaba desarrollando su personalidad. Sin duda el golpe que se llevó al terminar su relación con Virginia y esta casarse con otro ha cambiado al doctor y parece un cambio para mejor tras superar la leve etapa de alcoholismo.

Sin embargo, Virginia parece vivir en un matrimonio inexistente y eso que, al parecer, solo lleva semanas casadas. No ha habido rastro de su marido y ya hemos visto que no perdía el tiempo buscándose ligues por lo que es muy posible que ya ni siquiera estén juntos y lo que cuente sobre él sean solo fantasías en una etapa en la que se niega a aceptar que su decisión fue errónea.

Rápidamente, Johnson decide volver a su antigua ciudad y lugar de trabajo pese a que su vida ahora debería estar con su esposo como ella decidió y esto nos deja con dudas sobre qué les pasó, si realmente siguen juntos y si Virginia siente o no algo por Bill.

Tenemos una temporada entera para descubrir cómo se desarrolla esta nueva relación laboral, juntos pero separados, y su colaboración con Hugh Hefner y la revista Playboy. ¡Nos vemos a mitad de camino para contar cómo han ido las cosas!

 

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Paloma Abanzas
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