Las relaciones de amistad en las series, ¿reflejan la realidad?

La amistad es el tema por excelencia de cualquier serie. En todas nos encontramos al amigo y a la amiga del, o la, protagonista en cuestión que lleva, por lo general, un peso importante de las tramas. Algo totalmente lógico puesto que la amistad es una de las cosas más importantes en todas nuestras vidas.

 

No obstante, hay ciertos tipos de amistades que no están muy bien representadas en los entornos de ficción y este tema es del que hablaremos en La Columna de esta semana.

 

¿Existe la amistad entre una mujer y un hombre heterosexuales?

Puede que la pregunta os descoloque al principio y penséis ¿qué hay de raro en esto como para dedicarle un artículo completo? Más que nada porque todos sabemos que la respuesta es sí, obviamente.

No obstante, en el mundo de las series, si os fijáis, este tipo de relación de amistad no suele estar muy bien representada, sobre todo cuando hablamos de series adolescentes o juveniles donde el drama y los líos amorosos se suelen meter en el medio de todo tipo de relaciones. Es por ello que en la mayoría de las ocasiones esa relación de amistad entre chico y chica se pierde a favor del amor o el sexo, y nos da la impresión de que parece una misión imposible que dos personas de sexos opuestos formen una simple pero fuerte relación de amistad sin llegar a traspasar nunca ese nivel.

Por el contrario, existen infinidad de ejemplos de dúos de personas del mismo sexo que encajan a la perfección e, incluso, son capaces de llevar toda la serie gracias a su relación de amistad, que constituye también su base. Por poner dos ejemplos, ‘2 Broke Girls‘ vive a base de las divertidas vidas de Max Black (Kat Denningns) y Caroline Channing (Beth Behrs) mientras que ‘The Big Bang Theory‘ es, originalmente, una oda a la particular amistad entre Sheldon Cooper (Jim Parsons) y Leonard Hoffstader (Johnny Galecki).

Otras amistades que están en uno de sus mejores momentos son las representadas por una persona heterosexual y otra homosexual. Con la gran presencia que se le ha empezado a dar al colectivo LGBTI en televisión en los últimos años -como debe de ser- es normal que muchas series sienten sus cimientos entre las grandes amistades que pueden surgir entre ambos grupos. Rachel Berry (Lea Michele) y Kurt Hummel (Chris Colfer) son el ejemplo perfecto actual, al igual que en su día lo fueron los protagonistas de ‘Will & Grace‘, quienes lograron abrir un poco más los ojos a la sociedad en una época mucho más complicada que la de ahora para ensalzar una relación como la que tenían Will Truman (Eric MrCormarck) y Grace Adler (Debra Messing).

Y tras estos dos ejemplos os invito a reflexionar de nuevo: ¿hay alguna serie protagonizada por una mujer y un hombre heteros que no acabe en amor? Hmmm da que pensar.

Castle‘ no, ‘Bones‘ no, ‘The Vampire Diaries‘ tampoco, ‘Masters Of Sex‘ ah ah, ‘New Girl‘ nooope, ‘Greek‘ no no, ‘Chuck‘ más de lo mismo, ‘The Affair‘ obviamente no, ‘Fringe‘, ‘Homeland‘, ‘House Of Cards‘… y así hasta el infinito, casi.

Quizá, el mejor (y casi único) ejemplo y excepción en este caso sea Doctor Who. La serie británica tiene por costumbre poner de cabeza de cartel a un doctor que va cambiando con cierta frecuencia y a una companion femenina para que le ayude en todas sus aventuras y en su misión principal. Si bien en las primeras temporadas la línea entre amistad y amor está un poco más borrosa, la mayoría de los doctores y sus respectivas acompañantes no han pasado de la aparente delgada línea que divide las dos emociones, siendo el Décimo Doctor (David Tennant) y Donna (Catherine Tate) la mejor representación de todas.

Y es que es una línea demasiado atractiva como para no cruzarla en algunas ocasiones, algo perfectamente entendible porque el drama es lo que, al fin y al cabo, más llama y atrae. Y más en una época en la que la fuerza del ship está tan en auge y donde los guionistas también se dejan guiar por lo que los fans piden de acorde a su pareja de actores favorita y en la química que, efectivamente, éstos puedan llegar a mostrar en pantalla. Todo influye a la hora de dar el paso y empezar una relación romántica donde no tenía que haberla. Pasó, por ejemplo, con Oliver Queen (Stephen Amell) y Felicity Smoak (Emily Bett Rickards) en ‘Arrow‘, cuando la historia original ni tan siquiera tiene a Ms Smoak entre sus filas, o con Caroline Forbes (Candice Accola) y Stefan Salvatore (Paul Wesley) en ‘The Vampire Diaries‘ que se vieron forzados a amarse cuando Elena Gilbert (Nina Dobrev) se decidió de una vez por todas y sin vuelta atrás por el hermano mayor. Porque por supuesto cuando las dos personas en cuestión parecen sacadas de catálogos de Abercrombie y Victoria’s Secret nunca pueden estar solteras y la amistad solo es el primer paso hacia el amor, sexo o simplemente un calenturón eventual. Siempre. Esta sí que es una regla de oro.

Por eso cada vez es más difícil encontrar no sólo relaciones puramente amistosas entre una mujer y un hombre heterosexuales, si no también entre dos personas con las mismas preferencias sexuales. Más aún cuando hablamos de series con un reparto preferentemente joven. Emily Fields (Shay Mitchell) en Pretty Little Liars se ha enrollado con todas las chicas que se le han cruzado por delante sin desarrollar, con ninguna, una relación sólo de amistad. Por su parte, en series como Faking It‘, ‘Teen Wolf‘, ‘Glee‘, ‘Scream Queens‘, ‘Dawson Crece‘, ‘The OC‘, ‘Gossip Girl‘, ‘Popular‘ o ‘Awkward ya se ha perdido la cuenta de quiénes se han acostado entre ellos y quiénes no han pasado de la primera base. Aunque la última de ellas sí que ha hecho algo bien en sus dos últimos capítulos resaltando la bonita relación entre Sadie Saxton (Molly Tarlov) y Matty McKibben (Beau Mirchoff).

Probablemente ahora estéis pensando en miles de excepciones a todo lo que os acabo de contar, que las hay por supuesto, eso no lo niega nadie, pero muchas de ellas vienen sentenciadas por la relación romántica, cuando por ejemplo uno de los dos se hace amigo (y sólo amigo) de l@s amig@s de su novi@. Que es en la mayoría de los casos.

Y luego están las series de Disney Channel. Con el miedo que la cadena tiene a que sus protagonistas se besen (con razón porque son niños de 13 años cuando suelen empezar) le gusta más realzar las amistades que cualquier otra cosa, Hannah Montana (Miley Cyrus) y Oliver Oken (Mitchell Musso) o Raven Baxter (Raven Symoné) y Eddie Thomas (Orlando Brown) fueron grandísimos amigos pero que también tuvieron sus más y sus menos en el amor cuando el chico o chica guapa de turno entraba por la puerta.

Todavía queda mucho que mejorar y este tema es solo uno de tantos que necesitan más visibilidad en nuestra ficciones favoritas, la bisexualidad (como muy bien han reflexionado nuestros compañeros de Reino de Series y el Blog de las SA), transexualidad o intersexualidad son otros temas que están empezando a repuntar y también la eliminación de los clichés asociados a todos ellos, porque dos hombres gays y dos mujeres lesbianas pueden ser tan amigos como cualquier otra persona con otra persona independientemente del género o de su preferencia sexual.

De todas formas, no sólo Disney Channel se lleva la medalla de oro en esta materia, sigue habiendo algunas pocas excepciones maravillosas a todo lo anterior que representan muy bien esta realidad de la que os hemos hablado en esta Columna. Phoebe Buffay (Lisa Kudrow) y Joey Tribbiani (Matt LeBlanc) son los únicos de sus amigos que nunca salieron juntos mientras que Leslie Knope (Amy Poehler) y Ron Swanson (Nick Offerman) se han convertido en el friendship goals por excelencia.

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Rubén
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