Masters Of Sex 3×05: La venganza no es tan satisfactoria

Las aventuras y desventuras del Dr. Masters (Michael Sheen) vuelven una semana más a nuestras pantallas, siendo él el protagonista inconfundible de este episodio. ¿Lo habéis visto ya? Porque esta entrada contiene ‘spoilers’.

Virginia (Lizzie Caplan) recibe una visita inesperada de sus padres organizada por su diabólica y terriblemente pesada hija Tessa (Isabelle Fuhrman), que bien podía haberse ido también al ejército y ocupar menos minutos, pero bueno. A la psicóloga no le hace mucha ilusión, sobretodo por su madre, que tiene más interés en saber a qué hombre caza que en la importancia de su trabajo. No sabe que su hija hará historia.

Por otro lado, el hijo de Bill recibe un pequeño rasguño en el colegio cuando le pegan cuatro matones, y Masters con ello vuelve a remover su pasado y a perder el control, lo que termina con una amenaza a un niño de 12 años que se mea encima del miedo que provoca el doctor.

Pero lo importante del episodio es la victoria personal de Bill frente a la universidad en la que nació su libro, aunque esto le ha provocado poca satisfacción, pero a nosotros nos ha dejado con un discurso precioso y unas escenas que dejan clarísimo que ya no son unos pervertidos, sino que son doctores de verdad que han dado un gran paso para el hombre y otro gran paso para la humanidad.

Margaret (Allison Janney) también ha dado un gran paso dándose cuenta de que no era feliz en una relación tan extraña como la que tenía, donde había aceptado vivir con la amante de su novio y acordar unos horarios para tener momentos privados con el susodicho. A la señora Scully solo le gustan los extremos, está claro que una relación monógama y normal no es lo que busca y quién sabe si pronto la veremos en otro lío así, aunque parece que ya ha aprendido la lección y puede que esté sola un tiempo para saber qué es lo que realmente quiere.

También es posible que no la volvamos a ver, ya que su trama ha terminado llevándonos a la primera salida del armario de Barton (Beau Bridges), que esperemos que sea la primera de muchas, sobretodo por el intento de novia que tiene que va a sufrir de lo lindo cuando se entere…Lo importante es que otro gran paso ha tenido lugar en la serie.

Virginia, por su parte, retrocede, y cuando parece estar que no cabe en sí de la alegría tras imaginar que el precioso discurso de su colega sobre la relación entre amor y sexo y autodedicárselo, se le cae el mundo encima al enterarse su madre de su relación con un hombre casado y hacerle esto feliz.

Parece ser que contentar a su madre con un hombre es lo último que quería Virginia, que prefiere echarse a los brazos del adúltero Dan Logan (Josh Charles) que hablar seriamente con Bill de una vez y poner fin al engaño que tiene con Libby (Caitlin FitzGerald).

Y es que a Bill su esposa le da exactamente igual, a veces incluso parece que ni exista. Sin embargo, parece empezar a intentar recuperar la relación con su hijo para que no se convierta en lo que él tuvo con su padre -a excepción de las palizas-, pero parece que el pequeño ya ha tomado una decisión y se ha cansado de esperar a que su padre ejerza de ello. Keep trying, Bill!

Eso sí, el papel de Libby cada vez es más anecdótico y su desaparición de la serie en un corto periodo de tiempo no supondría ninguna diferencia en la serie, ¿será que el divorcio está muy cerca? El respeto y admiración que sentía por su marido se ha esfumado y ya no queda nada por lo que estar atados, ya que sus hijos no existen para su marido. Ya que la esposa de Masters carece de tramas, escenas y diálogos, podría ser un buen momento para que él y Virginia comiencen una relación verdadera.

¿Vosotros que creéis? ¿Debería divorciarse Bill? ¿Virginia correrá a los brazos de Logan? ¿Conseguirá Bill corregir los errores que cometió con sus hijos?

 

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Paloma Abanzas
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