Reign 3×16: Perdidos

Estamos a dos capítulos de finalizar esta soporífera temporada y, por fin, parece que ‘Reign’ vuelve a ponerse interesante… ¿o será sólo un espejismo? Si aún no habéis visto el último capítulo, no sigáis leyendo, esta entrada podría contener spoilers.

El barco en el que Mary (Adelaide Kane) viajaba rumbo a Edimburgo naufraga tras una brutal tormenta, y la reina de Escocia despierta medio moribunda en una playa de su país, para encontrarse con la peor de las situaciones: la gran parte de su tripulación ha muerto, y sólo Narcisse (Craig Parker) está a su lado. Además, intentando encontrar a Bash (Torrance Coombs) un grupo de druidas llegan y se llevan su cuerpo.

La llegada de Mary a Escocia no ha sido para nada lo que la Reina esperaba. Sucia, casi ahogada, y con la única compañía de uno de sus mayores enemigos, Narcisse. Pero lo peor no es eso: nada más despertar en la playa, Mary se encuentra con que un grupo de escoceses se están encargando de rematar a aquellos hombres que habían conseguido sobrevivir al naufragio. Incluso Bash está a punto de correr la misma suerte cuando un grupo de druidas consigue salvarle.

Así, Mary y Narcisse emprende su camino hacia el poblado druida, dónde recibe la única bienvenida por parte de uno de los druidas. Pero sus esperanzas duran poco: con Bash ya recuperado y a su lado, los escoceses atacan a los druidas, y los masacran. Para evitar acabar muertos, Mary y Bash se hacen pasar por rehenes, de forma que el líder de los McPhee parece dispuesto a acogerlos. Es entonces cuando Mary reconoce el emblema del jefe, y descubre que ese clan fue el que planeó asesinarla y que, en su lugar, acabaron con Francis (Toby Regbo).

El recuerdo de Francis sigue muy presente en Mary, y encontrarse cara a cara con el responsable de la muerte de su esposo, hace que nazca en su interior un sentimiento de venganza muy poderoso. ¿Qué ocurrirá ahora? Mary y Bash están solos contra el clan McPhee, y corren mucho peligro si son descubiertos…

 

Mientras tanto en Inglaterra, Elizabeth (Rachel Skarsten) recibe al Príncipe Magnus de Dinamarca (Kyle Gatehouse) con la única intención de manipular al monarca, hacerle creer que está interesada en él, y conseguir bueyes daneses. Sí, sin sentido, como toda la trama que envuelve a Elizabeth. ¿El resultado? Elizabeth le muestra todas las maravillas de su palacio para que, al final, le salga el tiro por la culata, y el príncipe danés acabe declarándole la guerra.

Mientras tanto, la pobre Lola (Anna Popplewell) se entera del naufragio del barco en el que viajaba Mary, por lo que cree que su amiga ha muerto. Es entonces cuando la reina, conmovida por la lealtad de Lola hacia Mary, le ofrece su amistad… ¿Cómo terminará esto?

Además, en Francia, Charles (Spencer Macpherson) ha descubierto las verdaderas intenciones de Catherine (Megan Follows): recuperar su lugar en el trono de Francia; el rey y su hermana Claude (Rose Williams) están dispuestos a ir en contra de su propia madre, completamente hartos de sus manipulaciones.

Así, Charles decide que lo mejor es que le declaren mayor de edad a pesar de no serlo, y la mejor forma de conseguir eso, es derrotando a los Caballeros Rojos. Pero las cosas no salen tal y como se habían planeado, y una traición lleva a otra, y Charles se encuentra enfrentándose a solas contra los Caballeros Rojos. ¿Le ha llegado la hora al joven monarca?

¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Os ha gustado? ¿Ha perdido Reign toda su esencia? ¿Hay alguna esperanza para la cuarta temporada? ¡Animaros a comentar vuestras impresiones con nosotros!

Irene Alva
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