Y con este capítulo tan lleno como vacío, si es que eso es posible, nos despedimos hasta el próximo curso de ‘Riverdale‘. Pero de tantas cosas que han pasado hay mucho que comentar.
A pesar de que quisieron engañarnos la pasada semana con ese final de capítulo en el que aparecía un Jughead (Cole Sprouse) todo ensangrentado y en la promo, cuando nos pusieron a Betty (Lili Reinhart), Veronica (Camila Mendes) y Archie (KJ Apa) mirando a una tumba, lo cierto es que sabíamos que nuestro querido/odiado Jug no podía morir, y menos así. Con lo que el capítulo ha comenzado justo con esa escena en el cementerio, que ha terminado siendo un sueño del chico, que se despierta en la cama del hospital con su padre a su lado, que le cuenta todo lo que se ha perdido en los días en los que ha estado durmiendo.
Los Goolies han ganado a los Serpents, que se han enfrentado a la policía y a diferentes cargos criminales, y son amenazados con la expulsión del instituto. Pero nuestros protas consiguen que todo el mundo se ponga de lado de la banda criminal que se ha integrado con tanto amor en el centro escolar. La verdad es que está bastante bien sacada de la manga esta escena, pero es la clase de cosa que nos encanta. Quizás si Jug y Betty hubieran sabido que las chaquetas de los Serpents se conseguían con esta facilidad no hubieran tenido que recibir una paliza o hacer un streeptease para poder entrar.
Porque, insistimos, a pesar de que nos FLIPA que Cheryl (Madelaine Petsch) haya encontrado a su familia escogida en los Serpents, ¿por qué ella no ha pasado por ningún ritual de iniciación? Momentazo de todas maneras ese que ya vimos en la promo, en el que la pelirroja viste la única cazadora roja del grupo, y lo que no sabíamos es que esta iba a ser entregada por Jug, que se convierte en el REY. Su padre, FP (Skeet Ulrich) se ha bajado del trono y se lo ha entregado a un chavalín de 16 años. OK.
Quizás este señor se dedique ahora a llevar el speakeasy de Veronica en los bajos de Pops, exclusivamente, un sitio que literalmente significa que venderán bebidas de manera ilegal, cosa que en otra serie pensaríamos que se aplicaría de manera figurada pero que parece de lo más viable en Riverdale. La niña rica ha rechazado toda su herencia y relación con su familia al hacer ese trato con su padre, Hiram (Mark Consuelos), que ahora lleva todo el crimen organizado del pueblo desde el White Wyrm. En fin, tan absurdo como genial, al más puro estilo Luke Cage.
Igual que el dejar como plot-twist y cliffhanger de la temporada la detención de Archie en plena escuela. Sabemos que esto no llegará lejos, y a diferencia de la “muerte” de Jug el pasado capítulo, como que no nos interesa.
Por último, hablemos de lo GAY que se ha vuelto ‘Riverdale‘ con sus personajes (¡dos parejas diferentes de homosexuales! ¡Ole por 2018!) y cómo aún así solo tenemos escenas sensuales o incluso sexuales entre parejas heterosexuales. El nivel de esto llega a tal punto que la escena en la que Toni (Vanessa Morgan) se mudaba con Cheryl después de que esta se hiciera responsable y responsabilidad de su abuela, una de la que las actrices ya habían hablado, la han terminado cortando de la final. Así que si entre los lectores de este blog hay algunos que os consideráis chonistas, que sepáis que estamos con vosotros y también lo profundamente dolidos que estamos por no haber visto eso. Al menos podemos respirar tranquilos de cara a la tercera temporada de la serie, que ya está confirmada, y que tiene a Toni como personaje regular cuando hasta ahora era solo recurrente.
¡Y qué me decís de Kevin (Casey Cott) y Moose (Cody Kearsley)! Les hemos visto liándose en el baño, pero después el capítulo parece haberse olvidado de ellos.
¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Y la temporada? ¿Os ha gustado la resolución de quién era el Black Hood o pensáis que esto llevará a más trama en el futuro? ¿Podréis esperar a la próxima temporada o más bien esta será la última con la que os enreden?
¡Esperamos vuestros comentarios y nos vemos por aquí…!
- ‘Riverdale‘ puede verse en Movistar+.
