Jenna (Ashley Rickards) está teniendo una relación de ensueño con Luke (Evan Williams): un chico inteligente, maduro y comprensivo. Tras tres semanas saliendo parece que cumple los requisitos de nuestra protagonista. Por otro lado, Tamara (Jillian Rose Reed) sigue haciéndose pasar por Autum, y Matty (Beau Mirchoff), por su lado, sigue molesto con sus padres por el tema de la adopción. Todo esto se desarrollo en torno a un concurso de belleza masculino al más puro estilo de ‘Suburgatory’, donde los chicos nos van a enseñar sus mejores habilidades.

El episodio ha estado bien, ha tenido partes bastante divertidas. Pero no puedo evitar no soportar el constante comportamiento de Jenna y su «todo gira a mi alrededor». Digo esto por su actitud cuando Matty se va jodido del escenario y su reflexión interna es «oh Dios mío, ahora que el secreto de Matty ha salido a la luz el mío también, qué cagada con Luke». Relax. Tampoco es que dijera nada grave…

Ahora habrá que esperar para ver qué es lo que pasa con el tema de la adopción y qué tienen que decir los padres de McKibben al respecto. No sé por qué, pero tengo un pálpito que me dice que no va a ser adoptado después de todo y que ha sido una confusión. Me ha gustado como finalmente ha estallado delante de todos porque no podía callárselo más.

Lo más intenso del capítulo ha sido el momento en el que Jake (Brett Davern) descubre que su Autum es, en realidad, Tamara, quien se ha hecho un ‘catfish’ en toda regla con «sigo siendo yo a la que le decías todo eso, sólo cambia la foto». No, Tamara, se ha acabado (gracias a Dios), supéralo. Si yo fuera Jake estaría muy, muy enfadado y desde luego no querría ni verte en bastante tiempo. Tengo ganas de ver cómo se va desarrollando la historia de ‘Jakara’, y por supuesto, de escuchar otra canción, me ha encantado la que cantó en el concurso de talentos…Definitivamente, quiero más del Jake artista. 

No sé dónde va a parar el personaje de Tamara si todo en lo que consiste su vida es en Jake. Igual es hora de que aparezca un nuevo chico en su vida que sea capaz de soportar sus idas de olla, porque cada día está un poquito más inaguantable. Igual un buen chico consigue hacer que se relaje…igual que lo consiguió el cepillo de dientes eléctrico.

Luego está esa escena final, donde vemos lo «perfecto» que es Luke para Jenna y la cara de circunstancia de Matty al verlos juntos. Cada día tengo más claro que no quiero que Hamilton y McKibben acaben juntos porque siempre es igual, ya tuvimos suficiente de esta historia. Pero esos aires que tiene ahora la protagonista desde que está con el universitario, estilo «soy demasiado para esta gente de instituto», no me están gustando nada.

No sé, a mí no me termina de convencer esta pareja. El chico es encantador, pero no me pega mucho con Jenna. Sólo espero que cuando corten no le hagan un capullo como hicieron con Collin…Y digo cuando corten, porque seguro que ahora que Matty vuelve a estar interesado en Jenna (o eso dan a entender) las dudas volverán a asaltar a la protagonista, que hasta el capítulo anterior no podía sacarse a su ex de la cabeza. ¿Ya lo ha superado? No lo creo.

¿A vosotros qué os ha parecido el capítulo? ¿Veis futuro a Luke y a Jenna, o ahora que entra Matty en acción habrá problemas? ¿Habrá posibilidad alguna para Jakara? Comentad conmigo el capítulo en los comentarios.

Paloma,