El complicado mundo de la comedia

En Recapblog hemos tenido la suerte de coincidir con muchas de las grandes comedias del siglo XXI y hemos podido comentar con vosotros éxitos como ‘How I Met Your Mother’ y su polémico final, la inevitable evolución de ‘The Big Bang Theory’ o las desventuras de los protagonistas de ‘New Girl’. Pero, ¿no creéis que este género siempre está en el punto de mira? Tienen 20 minutos en los que están obligados a hacernos reír, ¿qué pasa cuándo no lo consiguen? ¡Hablemos de ello!

Cuando yo hablo de comedia solo veo dos referentes, la sitcom que marcó un antes y un después con ‘Friends’, y la animación, que comenzó una revolución con ‘The Simpsons’. Series no aptas para todos los públicos que veían todos los públicos, ya que aunque muchos de sus chistes contenían referencias sexuales o políticas, los más pequeños -entre los que me incluyo- se sentían cómodos con los personajes de la ficción e incluso se reían aunque no entendieran casi nada e lo que estaba pasando.

Hoy en día, ‘Friends’ ya no está -aunque sigue presente en millones de fans-, pero sí la familia Simpson y es un perfecto ejemplo para lo que quiero contaros hoy. Cuando una serie tiene muchas temporadas, y para los espectadores esto pasa a partir de la quinta más o menos, es lógico que vaya perdiendo frescura y no nos haga sonreír como en primer día. Homer y compañía están ya por su 27 entrega, la serie más longeva de la televisión.

A estas alturas, tras 26 años en emisión, es normal que de la serie quede poco de sus orígenes, y por lo tanto haya perdido aquellas cosas que nos hacían reír a carcajadas antaño. La solución a este problema no fue otra que absorber el humor de su competencia, como por ejemplo ‘Family Guy’, y darnos como resultado una comedia que se arrastra en sus últimos días sin destino concreto, con chistes que no nos hubiéramos imaginado de color amarillo hace diez años, agonizando por un final digno.

Con la serie de Matt Groening nos acostumbramos rápidamente a una mezcla casi perfecta de humor absurdo con humor inteligente, continua crítica social y unos personajes muy bien definidos. Ahora todos ellos son caricaturas de lo que algún día fueron y solo son exageraciones de sí mismos.

Afortunadamente, la animación tiene muchísimos más recursos que las comedias hechas con actores. El humor está muchísimo más permitido cuando lo vemos a través de dibujos, así lo confirma el éxito de ‘Family Guy’, ‘South Park’, ‘Rick and Morty’. Todas ellas contienen una alta dosis de humor negro y muy visual que sería imposible llevarlo fuera de la animación, simplemente, por sensibilidad.

Un claro ejemplo es el revuelo que causó un solo chiste de humor negro en la serie de telecinco ‘Anclados’, cuando esa clase de recursos son utilizados continuamente por las ficciones mencionadas anteriormente sin ningún tipo de repercusión.

Aún así, la serie de Will Forte ‘The Last Man On Earth’ trajo un poco de ese humor solamente permitido en los dibujos a su primera temporada y consiguió que el público lo encajase de maravilla, aunque, claro está, fue de una forma mucho más ligera que, por ejemplo, las series de Seth MacFarlane. Pero fue un paso muy importante que retrocedió del todo en su segunda entrega. Si cuando empezó admiramos su forma de enfocar el fin del mundo con humor, ahora solo vemos episodios tristes y existencialistas que hacen que nos replanteemos continuamente por qué la seguimos viendo, si de lo que fueron sus cimientos solo quedan los dos protagonistas.

‘How I Met Your Mother’ pasó de ser una de las sitcoms más aclamadas de la televisión a agonizar durante tres temporadas hasta su esperado final. Las locas aventuras de sus protagonistas quedaron en segundo plano para priorizar la aburrida búsqueda del amor de Ted Mosby y martirizarnos capítulo tras capítulo con la interminable duda de ¿quién será la madre? Comenzó a cobrar más importancia la trama que el humor, y ahí es donde empieza a fallar una comedia. El éxito de la serie alargó innecesariamente su vida hasta las 9 temporadas, y esta codicia terminó con 22 episodios que transcurrían en un fin de semana donde quisieron abarcar demasiado y al final no pasó nada.

Sin embargo la intriga por la resolución de la eterna pregunta hizo que muchos espectadores continuaran viendo una ficción que ya no les gustaba tanto como al principio. Mantener la esencia de las primeras temporadas en una comedia, a mi parecer, es más complicado que en un drama. Es cierto que en el caso de los dramas hay que conseguir que el observador se intrigue, sufra, y sienta con los guiones, se monte sus teorías y logren sorprenderles de igual manera. Pero la gente ve las comedias para distraerse y reírse durante 20 minutos, y las tramas cómicas tienen su principio y su fin en la duración del episodio. También tienen muchísimos recursos para ello, pero necesitan mantenerse en su base. No sería nada razonable que viéramos un viaje en el tiempo en ‘New Girl’, pero es el pan de cada día de otras ficciones, por lo que las tramas tienen que ser diferentes según el origen de la serie y el espectador, que busca lo mismo en su serie y no le agradan los cambios.

Con ‘Awkward’ podemos hablar del problema de la repetición. Esta serie comenzó siendo muy divertida pese a que su trama fuese un cliché: chica nada popular enamorada del más maravilloso del instituto. Sin embargo el humor utilizado y las situaciones representadas la convirtieron en una ficción única muy aclamada, pero muy mal llevada con el tiempo, repitiendo su única trama en cada temporada sin cambiar nada de nada, y con sus espectadores deseando que se termine ya la historia que llevamos viviendo desde su inicio.

Actualmente el caso más sonado es el de ‘The Big Bang Theory’, apunto de llegar a la impresionante cifra de 10 temporadas, donde la discusión sobre si su evolución fue la adecuada es la correcta o no es el pan de cada día. La manera más normal de combatir el desgaste de las sitcoms tras el paso de los años probablemente fuera la evolución, ¿pero significa eso perder la esencia? Los chistes geeks que hicieron popular la serie cada vez están más ausentes, de hecho el trío femenino ahora ocupa tanto espacio en pantalla como el cuarteto incial en el que antes incluíamos a Penny, pero ahora ha decidido que es mejor estar con sus amigas que con su marido y se han perdido esos momentos incómodos en muchas ocasiones para dar paso a fiestas de pijamas, o a ir al cine sin mujeres, por ejemplo. ¿Es esto algo malo o algo bueno?

¿Hace falta una nueva evolución en la comedia? ¿Quedan temas cómicos por tratar? ¿O simplemente los fans nos cansamos rápidamente de este tipo de series?

 

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Paloma Abanzas
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