A un capítulo de la ‘winter finale’ de su 12ª temporada, ‘Grey’s Anatomy’ baja un poco el nivel dramático que llevaba manteniendo en sus últimos capítulos. La llegada del doctor Riggs (Martin Henderson) sigue siendo toda una incógnita que, esperemos, resolvamos en el próximo capítulo. Si aún no habéis visto el último episodio, no sigais leyendo, esta entrada podría contener spoilers.
Un paciente de Meredith (Ellen Pompeo) que lleva esperando un transplante de riñón casi dos años, recibe por fin la noticia de que se le va a realizar el transplante. Sin embargo, cuando la doctora Grey lo prepara para la operación, descubre un bulto en la cabeza de su paciente que, de ser un tumor, le sacaría automáticamente de la lista de transplantes.
Mientras tanto, la reciente incorporación de Nathan Riggs al equipo médico del Grey Sloan no parece haberle caído muy bien a casi nadie. Especialmente a Owen (Kevin McKidd) quien, por algún motivo todavía desconocido, se niega a trabajar en el mismo hospital que el nuevo cirujano de cardio.
Además, Jackson (Jesse Williams) y April (Sarah Drew) empiezan a intentar arreglar su separación, al tiempo que Ben (Jason George) y Bailey (Chandra Wilson), intentar que Avery abandone de una vez su casa.
Podríamos haber dicho que la primera mitad de esta temporada había sido de lo mejorcito en los últimos años, ya fuera por las tramas, la intensidad dramática, o los nuevos personajes. Sin embargo, la cosa en este capítulo ha decaído y, aunque eso siempre da penita, no olvidemos que la semana que viene es el último capítulo de la temporada hasta finales de enero, por lo que podemos (y esperamos) ver grandes cosas.
En primer lugar, parece que hay algo turbio alrededor de Nathan. Desconocemos qué, porque ni siquiera Owen parece capaz de hablar del tema con Amelia (Caterina Scorsone) o con Meredith. Lo que está claro, es que la presencia de Riggs relaciona los recuerdos de Owen con algún suceso desagradable de sus años en el ejército. No me atrevo a hacer conjeturas, pues conocemos muy poco de lo que pasó Owen como militar, salvo que dejó a su prometida vía email, su relación con Teddy (Kim Raver)… Pocas cosas más. Lo que está claro es que la llegada de Nathan ha supuesto una movilización para Hunt, quien, incluso, vuelve a sufrir aquel tipo de alucinaciones violentas, como vivía en su llegada a la serie, allá por la temporada 5.
Sin embargo, en este capítulo sí hemos vivido un momento que nos ha traído un buen recuerdo. Y no ha sido solamente que Meredith se haya acordado de mencionar a Cristina (Sandra Oh), sino también el detalle de ofrecerse como la «persona» de Owen, aún desconociendo los motivos por los que, a partir de ahora, debe odiar a Nathan.
Aún así, Riggs no se corta un pelo y, en pleno ascensor, invita a Meredith al bar a tomar algo… ¿Demasiado pronto? Derek (Patrick Dempsey) aún sigue muy presente, al menos en el último episodio era así, y, aunque está claro que Meredith no se merece quedarse sola para el resto de los tiempos, es justo que nos den una tregua a los seguidores de la serie para hacernos a la idea de que Meredith y Derek se ha terminado.
Por otra parte Meredith, además de lidiar con los problemas de sus amigos, su labor como cirujana y mentora, sigue teniendo un peso con el que cargar, y es la labor de enseñar a Penny (Samantha Sloyan). Callie (Sara Ramirez) está totalmente convencida de que Meredith no hace más que frenar el aprendizaje de su novia por lo que no duda ni un instante en enfrentarla, y exigirle que deje de tratarla como una asistente y la empiece a tratar como una cirujana. ¿A qué viene la actitud de Callie? Honestamente, no esperaba que su relación con Penny fuese a continuar. Primero porque no pegan ni con cola, segundo porque ella tiene que estar con Arizona (Jessica Capshaw), y tercero, porque aunque sabemos que Penny no cogió una pistola y disparó a Derek, estuvo muy involucrada en su muerte (no tanto como Shonda, pero eso es ya otro tema). Y sí, vale que tenemos que aceptar que los errores en medicina pueden pasar, y que a todos los personajes de la serie les hemos perdonado ciertos errores pero… Es difícil integrar en la serie a un personaje como Penny. Así, Meredith, que es una señora de los pies a la cabeza, demuestra en este capítulo que por encima de todo el dolor y la rabia, está su trabajo, y su función de enseñar a los residentes.
¿Hasta cuando puede durar todo el asunto de Penny? ¿De verdad tienen intención de mantenerla como residente en el Grey Sloan? Como ya mencioné arriba, su relación con Callie tiene que acabar ya, es necesario, y más, después de ver en este capítulo como Arizona está empezando a tomar la iniciativa de conocer a otras mujeres…
Bien es cierto que todo lo que engl0ba a la pareja de Calzona es difícil, y más por que, a pesar de todo lo que adoramos a Arizona, ella hizo las cosas muy mal con Callie, fue muy injusta, se portó muy mal y sí, se merece sufrir un poco. Pero, ¿hasta cuando? Lo de Penny no va a durar, porque de verdad que es un personaje diseñado para ser odiado o ignorado, pues tiene menos gracia que un salero. Así que aquí nos vamos a quedar esperando, hasta que Shonda decida que, de una vez por todas, es hora de volver a juntar a una de las parejas más emblemáticas de la serie. Porque, en estos momentos, nos quedan ya muy pocas parejas en las que mantener la esperanza..
Y, hablando de parejas, ¿PODEMOS HABLAR YA DE JAPRIL? Ay, ay, ay, mi corazón quiere dar saltos de alegría, ¡POR FIN! ¿Supone esto una luz al final del túnel en su relación? A pesar de todas las negativas por parte de Jackson a perdonarla, y cuando parecía que April había cedido y el divorcio se había puesto ya en marcha, ¡SORPRESA! Ahora, sacando la parte más telenovelera de la serie, ¿cuántas probabilidades hay de que April se haya quedado embarazada tras su encuentro sexual? Pues claro que muchísimas. Tenemos que agarrarnos a cualquier cosas, y más tratándose de esta serie. Así que, si no tenemos a Calzona, por favor Shonda, queremos tener a Japril
Por último, me gustaría comentar un tema que, aunque tratado muy por encima y sólo en una escena, me parece muy importante e interesante, y sobre todo tratándose de una serie de Shonda Rhimes. Amelia siente que haya podido ofender a Stephanie (Jerrika Hinton) al creer a Jo (Camilla Luddington) y no a ella con respecto a su enfermedad. Pero, todo esto viene a cuento de que Amelia cree que la haya podido ofender por motivos racistas, y no de amistad o profesionales. Es entonces cuando Maggie entra en escena y pone en la serie las palabras que Shonda quería decirle al mundo. Es cierto que, a pesar de vivir en el siglo XXI, la raza negra sigue siendo una de las más maltratadas, es una de las que sufre más desigualdades y, especialmente, esto se nota en las mujeres negras. Shonda es un claro ejemplo: mujer negra, showrunner de tres de las series más exitosas de los últimos años, dos de ellas protagonizadas por dos mujeres, también negras, con personalidades arrolladoras. Y Grey’s Anatomy es una serie que, en estos momentos, cuenta en su reparto con un número muy igualado de blancos y negros. Sin embargo, las desigualdades y los injusticias están en todas partes. Y así lo describe Maggie: un muro, a veces más alto, a veces más bajo, pero que siempre está presente.
¿Y a vosotros qué os ha parecido el capítulo? ¿Os ha gustado? ¿Creéis que ha sido el más flojo en lo que va de temporada? ¿Qué esperáis de la winter finale? ¿Qué ocurre entre Hunt y Riggs? ¿Se rendirá Meredith ante los encantos del nuevo doctor? ¿Qué pasará con Jackson y April? ¿Cuánto va a durar Penny en el Grey Sloan? ¡Animaros a comentar vuestras opiniones con nosotros!
