Continuamos nuestros recaps de la tercera temporada de ‘Orange Is The New Black‘ con un episodio que nos da a conocer nuevos aspectos de la vida de Boo (Lea DeLaria) y en el que Litchfield tendrá una visita que tendrá a la prisión en el ojo de mira. Si no has llegado todavía a este episodio te aviso de que este post contiene ‘spoilers‘.
Tras el traslado de Nicky (Natasha Lyonne) a Máxima Seguridad su gente amanece bastante descolocada en Litchfield. Red (Kate Mulgrew) siente que ha perdido una hija, Piper (Taylor Schilling) la toma con Luschek (Matt Peters), y con razón, y Morello (Yael Stone)… Bueno, Morello está básicamente devastada. Por otro lado MCC, la empresa que puede salvar Litchfield del cierre, visita las inmediaciones para analizar si es un buen negocio o no, para lo que las reclusas deben comportarse de forma un poco menos extraña que lo acostumbrado. Además, como cada episodio de esta temporada, en esta ocasión también conocemos más a fondo a otra de las reclusas, Carrie, más conocida como Big Boo.
La trama de Boo se centra en la relación con su madre, que siempre la rechazó por su orientación sexual o al menos por su forma de vestir. A la mujer se le hacen los ojos chiribitas cuando descubre que los ultrareligiosos le dan dinero a Pennsatucky (Taryn Manning) por el buen acto que hizo disparando a una enfermera en una clínica que practicaba abortos (defendemos el derecho a la vida pero premiamos a quien casi acaba con una. Logic not found.) así que no duda un instante en inventarse una revelación milagrosa para poder sacar tajada de los radicales. La ironía de esta trama está en que nos muestra un personaje que tiene bastante que ver con la actriz que lo interpreta, ya que hace poco saltó a Internet un vídeo en el que ella misma se enzarzaba en una discusión contra un homófobo en el metro de Nueva York (vídeo que podéis ver a continuación). ¿Son realmente tan parecidos personaje y actriz? ¿Se crearon estas escenas tras ver lo bien que se manejaba Lea DeLaria con la defensa de la igualdad? En cualquier caso, su historia y su evolución personal es de las de levantarse y aplaudir ya que, aunque siga profundamente convencida de sus ideales, el tiempo le ha enseñado que algunas pocas veces merece la pena ponerlos a un lado por la familia.
La visita de la empresa que quiere hacerse cargo de la prisión no podría haber salido peor y es que pilla a las presas en medio de todo tipo de dramas emocionales, desde la marcha de Nicky que tiene a varias chicas llorando sin consuelo hasta las usuales discusiones maravillosas del grupo de afroamericanas, encabezadas por Suzanne (Uzo Aduba) y su obsesión con Vee. Parece que Crazy Eyes por fin ha comprendido que Vee (Lorraine Toussaint) está muerta y le ha costado que Taystee (Danielle Brooks) se derrumbara para ello pero al menos podremos dejar este espinoso tema atrás de una vez. Las latinas tampoco se libran de la locura emocional de Litchfield (que muchos atribuyen a la sincronización de sus periodos) y es que Gloria se siente impotente en cuanto a la educación de sus hijos, que parecen abocados a seguir sus pasos aunque cuando conocimos a su hijo pequeño no daba la impresión de ser el matón de la clase.
En cuanto a Piper, aquella que fuera protagonista de la serie, se ha convertido en el personaje que más aburrido tanto dentro de la cárcel como en la serie ya que ni la noticia de su cumpleaños y la visita de su familia consiguen generarnos interés por su situación. ¿Podemos decir que lo único bueno de ver a Piper es que así tenemos más tiempo de pantalla de Alex Vause (Laura Prepon)? Esperemos que en lo que queda de temporada la chica tenga alguna trama interesante o para el año que viene bien podrían prescindir de ella en la serie porque nadie se daría cuenta de su ausencia. Hablando de relaciones amorosas, no me quiero ni imaginar a dónde va a llegar la relación de Red con Healy (Michael Harney), que parece estar quedándose prendado de ella en lo que podríamos considerar el encaprichamiento más extraño de toda la serie y yo no llego a descifrar si la mujer está dispuesta a dejarse querer o, lo que es más probable, si tiene un plan entre manos.
La tercera temporada sigue su curso tan apasionadamente como lo fueron las dos primeras, aunque las pobres reclusas de Litchfield continúan durmiendo sin colchones. Nos queda esperar que la salvación de la prisión traiga buenas noticias para nuestras chicas favoritas. ¿A vosotros que os está pareciendo la temporada hasta ahora?¿Cómo acabará el enamoramiento de Healy por Red? ¿En qué desembocará la situación de Gloria con su hijo? Ahora podéis compartir vuestras impresiones en la sección de comentarios y recordad que mañana volveremos con el análisis del capítulo 5 en nuestro personal ‘bing-watching and recapping’.
