En su cuarta semana, la segunda temporada de ‘The Royals’ se relaja, nos mete tramas innecesarias pero, a cambio, nos da un momentazo que nos hará esperar con ansias el capítulo de la semana que viene. Si aún no has visto el capítulo de esta semana, no sigas leyendo, esta entrada podría contener spoilers.
Cyrus (Jake Maskall) empeora cada a día, no sólo su salud, sino también su carácter. Cada vez más amargado y enfadado con el mundo, le dan la noticia de que parece que, finalmente, su enfermedad acabará por vencerle. Sin embargo, parece encontrar un pequeño refugio en su nueva doncella, Violet (Genevieve Gaunt).
Eleanor (Alexandra Park), por su parte, parece haber encontrado dos nuevos amigos: James (Rocky Marshall), su nuevo guardaespaldas, de quien acepta varios buenos consejos, y la americana Mandy (Sarah Dumont), la primera amiga en la que Len parece confiar.
Además, Liam (William Moseley) parece dispuesto a evitar que el reinado de su tío triunfe, y se impone como el «príncipe del pueblo» en la inauguración de un monumento en honor a su padre, el difunto Rey Simon (Vincent Regan).
Si la semana pasada nos faltaba el mamarrachismo, pero vivíamos un capítulo en el que profundizábamos en los personajes, esta semana han tocado torsos desnudos (que siempre se agradecen) y un par de sorpresas bastante shockeantes.
La situación de Cyrus es realmente preocupante. Para nosotros no, porque es un personaje complicado y con el que es muy complicado empatizar, incluso si sufres de una enfermedad. Sin embargo, parece que algo se activa en su cerebro y, mientras el lado derecho le dice que se despendole y no se cuide, el izquierdo saca el padre que lleva dentro. ¿A qué viene esa visita a Prudence (Poppy Corby-Tuech), simplemente para confirmar el sexo de su futuro hijo? ¿Acaso espera convertir a ese niño en su heredero? Que, hablando de la herencia de Cyrus… ¿a qué viene la trama de sus hijas? Totalmente mamarracha e innecesaria, simplemente para introducirnos a la nueva actriz que interpreta a Maribel (Jerry-Jane Pears). ¿O de verdad esta historia va a ir más allá que una simple pelea de hermanas por un chico?
Y mientras Cyrus se da a la bebida, a los excesos, a faltar el respeto a la memoria de su hermano, Liam va ganando terreno y se sigue consolidando como el Rey que Inglaterra quiere ver en el trono. Parece que todo aquel show de que Liam y Eleanor eran bastardos ha quedado en nada, porque al menos la gente lo ha olvidado, y los guionistas, también. Liam inaugura el monumento en memoria a su fallecido padre, dando un conmovedor discurso que hace estallar a todo Reino Unido en vítores. ¿Suenan campanas de coronación para Liam? Mientras tanto, el príncipe no ha mencionado en todo el capítulo su incómoda experiencia en Estados Unidos con Ophelia (Merritt Patterson), y casi que se lo agradecemos, porque no echamos nada de menos a la americana.
Aunque sí hay algo en esta familia que perturba, y es que Ted (Oliver Milburn), su padre, sigue con sus «visiones» sobre su fallecida esposa, la cual averiguamos que murió de la forma más mamarracha posible: en una alfombra roja. Aunque eso no es lo más interesante, sino que por fin desenmascaramos a un miembro de la organización «Domino», quien, además, acusa al jefe de seguridad de ser el asesino de Simon. ¿Conseguiremos conocer algo más de esta «secta» que persigue a la familia real?
Por último, lo peliagudo del capítulo ha venido de la mano de Eleanor, por supuesto. Su nueva amiga Mandy es casi tan rebelde como ella, pero está claro que se ha establecido entre ellas un fuerte vínculo. Y no sabemos si es porque Eleanor lo está pasando mal, por su falta de drogas y alcohol pero, finalmente, la cosa se pone interesante, y acaban acostándose juntas. Bueno, esto no nos parece tan raro viniendo de Eleanor. Pero, el secreto viene de Mandy. Paseándose como si estuviera en su casa, se encuentra con Jasper (Tom Austen). Y así es como nos enteramos de que son viejos conocidos, y no precisamente amigos… Ah, y Mandy no es Mandy, es Samantha. ¿A dónde nos lleva esto? Podemos suponer que Samantha/Mandy ya supiera de la existencia de una relación entre Eleanor y Jasper, y que se acercase a ella a sabiendas, sólo para llegar al guarda. ¿Y ahora qué? ¿Qué les deparará el destino a Jaspenor?
¿Y a vosotros qué os ha parecido el capítulo? ¿Os ha gustado? ¿Qué ocurrirá con el hijo no-nato de Cyrus? ¿Y con sus bobaliconas hijas? ¿Conseguirá Liam convertirse en Rey? ¿Es Helena la madre más guay del mundo? ¿Qué pasará con el nuevo triángulo Jasper-Mandy-Eleanor? ¡Animaros a comentar vuestras impresiones con nosotros!
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