Arrow 4×01: 6 meses después

Arrow‘ estrena temporada por todo lo alto, y no sólo porque sea su segunda ‘season premiere‘ más vista hasta el día de hoy, si no porque ha entrado de lleno en la trama principal de los nuevos capítulos con un tono mucho menos oscuro al que nos tenían acostumbrados, incluso los propios protagonistas se han adecuado perfectamente a ello. Eso sí, del potente ‘plot twist‘ final no nos libra nadie.

 

Tenemos mucho de lo que hablar, amigos.

El cambio que se ha producido desde la temporada anterior a esta en Oliver Queen (Stephen Amell) ha sido muy notable durante estos primeros 40 minutos, su nueva vida junto a Felicity Smoak (Emily Bett Rickards) en una idílica urbanización alejada de todo el drama que conlleva vivir en Starling City y ser un héroe a jornada completa, ha influido en su manera de ser y ha relajado mucho al Oliver que estábamos tan acostumbrados a ver. Y no es que me queje sobre esta nueva personalidad, más bien todo lo contrario, es un soplo de aire fresco ver a Oliver tan feliz y hasta haciendo comentarios graciosos. You have failed this omelette? Brutal.

Sin embargo, también hay que reconocer que su álter ego como Arguiñano no le acaba encajando, y por mucho que le guste hacer postres con sus vecinos y hablar sobre qué harina sube más al horno o menos, al final del día sigue siendo Oliver Queen, sigue siendo Arrow. Y salvar a la humanidad no es algo que se puede apartar de tu vida cuando lo llevas en la sangre, ni siquiera Felicity pudo hacerlo durante su retiro espiritual, y él mismo ha acabado admitiendo que echaba de menos su antigua vida por muy buena que fuese la que tenía lejos de Starling City. Pero hasta él sabía que no era real.

Con esta nueva faceta más desenfadada de Oliver también ha cambiado el tono en general de la serie, ha habido más momentos para el humor y no todo han sido tragedias, el resto de los personajes se han amoldado bien a esta visión menos oscura de la serie que incluso ha jugado con más escenas diurnas y coloridas de lo habitual. Pero no todo han sido risas y reuniones felices, el Team Arrow también ha cambiado y en algunos casos no necesariamente a mejor.

Por una parte tenemos a Diggle (David Ramsey), renovado por fuera con su propio traje de Magneto, pero manteniendo su hostilidad hacia Oliver y lo que le hizo a su familia la temporada anterior por dentro, lo cual también es entendible, ese tipo de cosas no se perdonan de la noche a la mañana, no hubiese sido realista que Diggle hubiese aceptado el regreso de Oliver como si nada hubiese pasado, así que punto positivo para Guggenheim. Y por otra parte tenemos a una ligeramente cambiada Thea (Willa Holland). Parece que renacer en las aguas de las Pozas de Lázaro tiene su precio, y Thea está empezando a verse afectada por ello, no en vano ha atacado a otra persona de una forma demasiado… ¿bruta?

Pero tampoco es sólo cosa de Thea, ¿dónde ha quedado la regla de no matar aunque el súper villano en cuestión sea el más malo malísimo del universo? Porque tanto la pequeña de los Queen, como Diggneto (sí, le voy a llamar así a partir de ahora) e incluso Laurel (Katie Cassidy) han disparado y lanzado bombas a diestro y siniestro con todo el que se cruzaban por delante. ¿Seguirán con esta mentalidad o les parará los pies Oliver? ¿Lograrán volver a trabajar en equipo? Algo imprescindible si quieren vencer a la nueva gran amenaza que se cierne sobre ellos: Damien Darhk (Neal McDonough).

Y es que ‘Arrow‘ ha aprendido la lección y no ha necesitado capítulos de relleno para introducir a su nueva e interesante némesis, porque Damien Darhk va a dar mucho de lo que hablar. Al contrario que Ra’s Al Ghul (Matt Nable), cuyos motivos malvados no dejan de ser un poco pobres y hasta ridículos, Darhk ya ha proclamado que quiere destruir la ciudad porque sí, porque él es así, porque el mundo le ha hecho así, porque nadie le ha tratado con amor. Y aunque no obtengamos más bodas gitanas (oooooooohhhh!), sí que vamos a tener nuestra ración de misticismo y magia, dos cosas que no habíamos visto antes en ‘Arrow‘, ni siquiera en ‘The Flash‘ que trata más cosas «irreales» o de poderes. Bueno, eso si exceptuamos las benditas Pozas, claro.

Es cierto que Damien Darhk no tiene poderes tales como matar a la gente con tocarla o parar flechas en el aire en su versión de dibujo y papel, pero son dos extras que le dan más valor e intriga al personaje, sigue siendo el magnate de HIVE, pero además también sabe defenderse sólo y no se esconde tras sus asesinos, lo que le hace todavía más poderoso.

Además, el tema de la magia no sólo va a ser presentado de la mano de Darhk, ya estás confirmado que volveremos a ver las Pozas con la inminente resurrección de Sara Lance (Caity Lotz) y no sólo eso, Constantine (Matt Ryan) va a ayudar a traerla de vuelta, y los poderes de Contantine sí que están más relacionados con todo este asunto, que me imagino que será explorado más en profundidad a medida que estos acontecimientos se vayan desarrollando y la temporada vaya avanzando.

Lo que nos lleva directamente a esa escena final de «6 meses después», ¿qué locura es esta? Estaba claro que algo tenían que poner como ‘cliffhanger‘ final pero ¿ESTO? Nos van a dejar con la intriga sobre quién está enterrado bajo la tumba sobre la que llora Oliver hasta la ‘midseason’, eso si tenemos suerte claro.

Y aquí tenemos la primera teoría de la temporada (🙌): en un primer momento se puede llegar a pensar que se trata de Felicity, pero gracias a la oportuna intervención de Barry Allen (Grant Gustin) podemos llegar a descartarla, Barry no se perdería el funeral de Felicity por nada del mundo, ni siquiera por Zoom, y no estaría tan recompuesto tal y como lo hemos visto, al igual que Oliver, su semblante no era el de perder a su futura esposa (❗). Por lo que me inclino a pensar que es alguien más cercano a Oliver y a la vez más distante, y los únicos nombres que me vienen a la cabeza son Laurel y Quentin (Paul Blackthorne), siendo este último el que más papeletas tiene, ¿por qué? En resumidas cuentas porque ahora está trabajando para Damien Darhk, y nada bueno puede salir de trabajar para Damien Darhk. Además de que en este primer encuentro que hemos visto entre ambos, por un lado, Quentin ya mostró lo poco que le gustan los métodos del villano (él nunca estuvo a favor de las masacres y de quitarle la vida a gente inocente) y por el otro, ya le ha mentido al no decirle quién era Arrow por mucho que no les guste Oliver ni esté en buenos términos con él. Dos motivos los suficientemente importantes como para que acabe en la tumba que hemos visto, ¿no creéis? ¿tenéis alguna otra teoría?

La era de Green Arrow empieza muy fuerte y dispuesta a enmendar errores del pasado (sobre todo los de la tercera temporada), ¿hay ganas? 😉

¿A nadie más le ha recordado el momento ‘suit up‘ a esto? ¿No? OK.

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Rubén
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