Esta semana seguimos las aventuras que comenzaron en el episodio anterior de ‘Awkward’ en lo que perfectamente podría haber sido uno de los capítulos dobles a los que nos acostumbraron a principio de temporada. Si no lo has visto ten cuidado porque esta entrada podría contener ‘spoilers‘

La semana pasada dejamos a Matty (Beau Mirchoff) y Jake (Brett Davern) arrestados y a Eva (Elizabeth Whitson) fuera del mapa en un gesto un tanto cobarde. Además la chica no da muestras de preocupación hasta que básicamente el asunto está completamente resuelto. Así, Matty y Jake pasan la noche en la cárcel y, como podíamos imaginar, no viven ninguna fiesta. No es hasta que aparece Sadie (Molly Tarlov) en acción que consigue poner en libertad a sus amigos gracias a los conocimientos adquiridos con ‘Orange Is The New Black’.

Por su parte, Jenna (Ashley Rickards) y Tamara (Jillian Rose) deciden ir a hacerle una visita a Luke (Evan Williams). Nuestra ‘drama queen’ particular, Jenna, para despejarse del cabreo de la noche con su nuevo novio universitario y la pelirroja básicamente para lo mismo, una búsqueda de universitarios que le hagan olvidar a Jake. El problema llega cuando descubren la cruda realidad: la universidad mola mucho… menos en época de exámenes. Por muy alocada y despreocupada que parezca que es la universidad la mayor parte del tiempo, cuando hay que hincar los codos los campus se convierten en algo más parecido al set de rodaje de ‘The Walking Dead’ así que ni Jenna encuentra a su novio todo lo predispuesto que esperaba ni Tamara da con uno o varios estudiantes deseando intimar con ella. De hecho Jenna encuentra a su novio en una delicada situación con una chica (Jeanine Mason) pero, como no podía ser de otra manera, ella es su mejor amiga gay con la que finalmente Tamara se enrolla.

Este episodio ha sido lo menos original que he visto en mucho tiempo. Una noche en la cárcel no ha dado para más que los típicos tópicos vistos hasta la saciedad en series y películas. Por otro lado, Jenna y su malentendido con Luke también se veía venir, al menos, desde la promo que pudimos ver la semana pasada. Todavía no es el momento de tener problemas con el chico aunque me temo que llegarán de la mano del eterno Matty McKibben. Y en cuanto a Tamara y su aventura lésbica tampoco nos han enseñado nada nuevo, solo que la chica está cada vez más desquiciada y quién sabe en qué puede acabar esta temporada.
A lo largo de la temporada hemos podido ver como la serie se redimía de la entrega anterior pero este capítulo ha vuelto a suponer un pequeño bajón en la buena trayectoria que llevaba. No obstante, no debemos sacar nuestras antorchas todavía ya que es muy difícil que una serie no tenga altibajos a lo largo de sus temporadas y la verdad es que este capítulo me ha llegado a sacar alguna sonrisa. Por poco que Sadie aparezca en pantalla siempre suele dar los mejores momentos del capítulo y es que su irreverencia no se queda atrás a medida que se va a acercando a los chicos a los que en un principio despreciaba. Mientras tanto, Eva sigue en su ascensión al trono de ‘bitch’ por excelencia ya que ha pasado de mostrar una condescendencia total a dar puñaladas por la espalda a Jenna, de la que se supone que quiere ser amiga. Sigo sin entender la introducción de este personaje en la serie pero espero que se vuelva a Nueva York cuanto antes con su ajetreada vida de ‘It girl’.

¿A vosotros qué os ha parecido el capítulo? ¿Estáis de acuerdo conmigo u os ha gustado? ¿Cómo creéis que terminará la temporada y con ella el período en el instituto? Os dejo la promo del próximo episodio, en el que parece que los chicos tendrán que empezar a tomar decisiones sobre su futuro.