Los guionistas de ‘Cuéntame’ saben jugar con nuestros sentimientos como nadie y a pesar de que, en el fondo, todos los espectadores sabíamos que no podían matar a uno de los personajes más importantes, hemos dudado de ello hasta el último minuto.

Si bien el recurso de poner la vida de Toni en peligro no ha sido más que la excusa perfecta para arreglar el gran error de esta temporada: la separación de Antonio y Merche. Aunque desde un principio se nos planteó esta trama que, desgraciadamente, ha decepcionado y cansado a los seguidores más fieles de la serie, a mitad de temporada pudimos ver que, en esta temporada, le tocaba a Toni pasarlo mal. Recordemos que es un método que suelen utilizar ya desde hace varias temporada, como fue en la 12ª con la adicción de Inés, en la 13ª con el cáncer de Merche y en la 14ª con el inesperado ingreso en la cárcel de Carlos (Ricardo Gómez). ¿Es ésta fórmula la correcta para mantener al público? Quizás sí o quizás no, el caso es que, con este final de temporada se demuestra, una vez más, la calidad de esta serie.

Los indudables protagonistas de este capítulo han sido Antonio y Merche. Esta pareja que tantos quebraderos de cabeza nos han dado esta temporada, se unen en el peor momento de sus vidas: la posible muerte de su hijo el mayor. No dudan ni un segundo en ir juntos a Marruecos, a pesar de los ofrecimientos por parte de Carlos e Inés de acompañarlos, es un momento al que se tienen que enfrentar solos.

Por supuesto Antonio no cree que haya sido un accidente, y en el depósito de cadáveres, tienes que sacar fuerzas de dónde no las hay y mentir: identifica el cadáver calcinado del joyero cómo el de su hijo Toni. Antonio sabe que está vivo, seguramente esa intuición de padres que toda persona que tiene un hijo siente. Así, él y su Milano emprenden una incasable búsqueda por los hospitales y las calles de Tánger sin saber que Toni está a salvo.

Toni siempre nos lo ha hecho pasar mal, desde el comienzo de la serie. Bien es verdad que estas últimas temporadas, su personaje ha estado un poco desaparecido pero el problema ha sido la falta de acontecimientos políticos desde la muerte de Franco en 1975 (temporada 9). Sin embargo, en ésta temporada su investigación de la red de policías corruptos le ha llevado a protagonizar uno de los momentos más tensos de las últimas temporadas. Pero, seamos realistas, ¿alguien creía que, después de matar a Eugenio (Pere Ponce) serían capaces de matar también a Toni? Casi todos acertamos y, en efecto, Toni sale disparado por una de las ventanas del coche y vive cómo público el incendio del coche con Dávila (Alberto Alonso) y el joyero dentro.

Una vez conocemos que Toni sigue vivo, nos queda lo más difícil: el reencuentro. Pero Toni que tiene amigos en todas partes, convence al señor que lo hospedó en Marruecos para que busque a sus padres y, en efecto, éste los encuentra. Padres e hijo se unen en un abrazo que parece el punto y final a una pesadilla. Pero Toni aún tiene en su poder algo que puede costarle la vida no sólo a él, sino también a su familia: la cinta con la confesión del joyero. Y, por supuesto, el malo malísimo de esta temporada, el inspector Bretón (Pedro Mari Sánchez), compinchado con el policía supuesto amigo de Dávila (Simón Andreu), sabe de la existencia de esa cinta, y persigue a Antonio y a Merche hasta el lugar dónde tienen a Toni descansando. Así, los tres deben huir lo antes posible de Tánger para conseguir llevar esa cinta a España y, por fin, destapar la corrupción policial.

Pero parece que los Alcántara han olvidado un pequeño detalle. La falsa testificación de Antonio sobre el cadáver ha hecho que Toni figure ahora como fallecido y, por tanto, su pasaporte no es ya válido. Sin embargo, consiguen convencer a un miembro del Consulado Español para que les entregue el pasaporte y ponen rumbo al aeropuerto. ¿Así de fácil? Por supuesto que no. Y es que eso de que hay que tener amigos hasta en el infierno, el inspector Bretón lo lleva a raja tabla, y acorrala a la familia en el aeropuerto. En lo que ha sido sin duda el clímax del capítulo, Bretón introduce hachís en el bolso de Mercedes y la amenaza con enviarla a una prisión marroquí si su hijo no le entrega la cinta. Toni, que es tan cabezón que, aún siendo consciente de cómo con las cárceles en Marruecos, no parece dispuesto a darle la prueba por las buenas. Aquí es cuando Antonio toma las riendas de la situación y, viendo en peligro a su mujer, obliga a Toni a entregarle la cinta a Bretón. Imanol Arias ha construido un Antonio increíble esta temporada. Ha conseguido cambiar a aquel «Antoñito» que todos queríamos y ha hecho que, en algunos momentos, lleguemos a tener verdaderas ganas de darle un buen sopapo en la cara. Y, sin embargo, al final, vemos como el amor que este hombre siente por su milano, puede con todo.

Personalmente, hasta que los títulos del final han aparecido en la pantalla, no he respirado tranquila. Y, especialmente, he estado alerta en la escena del avión de vuelta a España. En estos últimos capítulos se ha ido resaltando la dejadez de Antonio y cómo ha aumentado su consumo de tabaco y alcohol. Y en este capítulo, todo eso se ha incrementado. La escena con el médico me ha asustado, me ha parecido un aviso y pensé por un momento que algo le iba a ocurrir a Antonio. Ese momento en el que están los tres sentados, él saca la pastilla y Merche va a por un vaso de agua, mi corazón se ha congelado. Por un momento pensé que lo iban a hacer que, después de todo lo mal que lo habían pasado Antonio y Merche, no iban a poder reconciliarse. Pero no ha sido así. El cansancio ha podido con Antonio quien ha cerrado los ojos creo que, por primera vez en muchos meses, feliz. Y por supuesto, ella no podía faltar. Su Mercedes, su Merche, su milano, la que lleva toda la vida a su lado, se abraza a él y cierra los ojos, y juntos, después de mucho tiempo, duermen en paz y felices.

El balance de esta temporada creo que, en general, es flojo. Después de trece años y quince temporadas, creo que las campanas de despedida empiezan a sonar para ‘Cuéntame’. Y lo digo con todo el dolor de mi corazón, siendo la serie que durante más tiempo he seguido y, sobre todo, con la que más he aprendido. Ya tenemos confirmada una decimosexta temporada, que, imagino, comenzará con el proceso de reconciliación y vuelta a casa de Antonio porque, como bien ha dicho Merche: «poco a poco, Antonio».

Quiero destacar de este capítulo esa escena final, con Merche sonriendo, por fin, después de toda una temporada en la que su tristeza nos invadía cada jueves por la noche. Con toda su familia y amigos sonriendo con ella y por ella, todos sabiendo que se avecina algo mejor, que, a pesar de todo lo que ha pasado, ese amor que existe entre Merche y Antonio, es imposible de romper.

¿Y a vosotros qué os ha parecido el final de la temporada? ¿Os ha gustado? ¿Qué balance hacéis de ella? ¿Qué esperáis de la dieciséis? ¿Se merecen Antonio y Merche una segunda temporada? ¿Cuál ha sido vuestra trama favorita? ¿Qué personaje os gustaría que tomara más protagonismo? ¿Qué personaje os gustaría que volviese? A continuación os dejo el tema que ha despedido esta temporada, y os doy las gracias por adelantado, por habernos leído.

«Hay amores dormidos que siguen latentes a pesar de la erosión del tiempo, del egoísmo o de las traiciones. Son amores que, aunque a veces resulten nocivos, de tanto en tanto nos tientan con una nueva oportunidad. De nosotros depende despertarlos o dejarlos en letargo.» Carlos Alcántara (voz adulto, Carlos Hipólito)