Tras los tensos acontecimientos del primer capítulo de la temporada la familia Alcántara se repone y vuelve a demostrar que siempre estarán ahí para apoyarse. Muchas risas y momentos entrañables en este segundo episodio que comentamos a continuación.
La familia Alcántara se caracteriza por haber vivido siempre con tremendos altibajos de todo tipo y, por supuesto, también económicos. De trabajar en el Ministerio y en la imprenta de don Pablo a conseguir ser director general de una empresa constructora a caer en lo más bajo otra vez y renacer poco a poco para acabar llegando a la política. En los últimos años Antonio (Imanol Arias) había estado, lo que podría decirse, tranquilo económicamente hablando. Con su bodega, aunque cerrara la tienda de banderas, la familia no parecía estar pasándolo mal. El problema llegó con Mauro (Pep Ferrer) y lo sigue siendo, sobre todo ahora que han descubierto que vuelve a estar en la calle y el banco no le da el crédito que necesitan.
Pero si algo nos gusta de esta serie es la maravillosa familia que la protagoniza, que también ha pasado por todos los momentos posibles pero siempre se han mantenido unidos ante las adversidades y después de la discusión monumental que tuvieron el día de Reyes los tres hijos mayores deciden hacer todo lo posible por ayudar a sus padres que siempre lo dieron todo y más por ellos. Así pues, la operación crédito les pone a todos en la difícil situación de tener que renunciar a su orgullo por ayudar a sus padres y es que hay ocasiones en las que el orgullo vale muy poco comparado con los seres queridos. Nos encontramos con un Carlos (Ricardo Gómez) que acepta el acuerdo de David y le recompensa con un millón por haberle robado su novela, lo que a la vez le causa una pelea con Karina (Elena Rivera) que va más allá del millón o de la novela.
Inés (Irene Visedo), por su parte, acaba pidiéndole ayuda a Jose Ignacio (Jordi Rebellón), aun sabiendo que está mal pedirle algo así a alguien a quien no está segura de querer pero, como siempre en esta serie, los personajes están en el meollo de la noticia y la mayor de los hijos es testigo del escándalo del año cuando ve los inicios de la relación entre Isabel Preysler y Boyer con sus propios ojos y, probablemente con esa información, será como Toni (Pablo Rivero) consiga su parte del dinero para ayudar a sus padres.
Desde luego, si llevamos 17 temporadas viendo una serie como esta es por lo que nos recuerda a una familia como tantas otras, con sus cosas buenas y sus cosas malas y cuyos momentos de unidad nos llegan al corazón como si, efectivamente, fuera la nuestra. Ver cómo los hijos se unen para ayudar a su familia, como Miguel (Juan Echanove) no duda ni un solo segundo en ofrecerle su millón a Antonio ni Herminia (María Galiana) sus 14000 pesetas del bingo y saber que todo el barrio se involucraría en ayudarles si fuera necesario (no sería la primera vez) nos encoge el corazón y nos hace amar esta ficción aún más.
Pero no solo de drama vive el hombre y hay que reconocer que en este episodio hemos tenido varios momentos de los de reír y no parar, como el esperadísimo estreno de San Genaro televisión en el que ha nacido una estrella llamada Clara (Silvia Espigado) mientras Paquita (Ana Arias) sigue en su empeño por convertirse en el mejor restaurante del lugar y Miguel se ve acorralado por las dos mujeres de su vida. Ha empezado una nueva temporada y sigo sin tener muy claro qué aporta la pareja de Miguel y Nieves (Rosario Pardo) más allá de tener a los personajes emparejados entre sí pero ciertamente a veces provocan situaciones hilarantes. Además empezamos a ver pinceladas de otro tema que tan de triste actualidad estaba en los 80 y que parece que la serie va a explorar, no sabemos si de lleno o de pasada, que es el del SIDA, lo cual es muy importante para conocer esa parte de la historia que parece que tan lejos queda.
Con tan solo dos capítulos es difícil ver qué rumbo tomará la temporada pero de momento podemos decir que estamos disfrutando con los chicos y que el viaje que emprende Carlos en moto, puede propiciar tramas interesantísimas que le den nuevos tonos a la ficción. Además parece claro que la involucración de Toni en el tema de los GAL va a seguir su curso y muy probablemente sea lo que ocasione su marcha de la serie y como ocurra lo que estamos pensando no va a haber embalse que aguante todas las lágrimas porque aunque esta serie ha perdido a muchos personajes queridos nunca nos habíamos enfrentado a la despedida de un miembro directo de la familia. Pero no adelantemos acontecimientos y pensemos en qué sucederá a continuación con la bodega y, más inmediatamente todavía, cómo se las apañarán Antonio y Mercedes en el ‘Un, dos, tres’. De momento la temporada pinta bastante más interesante que la anterior pero sigue sufriendo ese mal que se da tanto en la televisión española por el que hay que hacer capítulos y temporadas eternas y se acaba estirando lo que no se debería.
