Grey’s Anatomy 13×10: Siempre hay algo bueno

Dos meses de ausencia dramática de Grey’s y ya estábamos con el síndrome de abstinencia… Y aunque el capítulo no ha sido a gusto de todos, queremos comentarlo. Si aún no lo habéis visto, no sigáis leyendo, esta entrada podría contener spoilers.

Alejados del Grey Sloan, aún sin saber muy bien qué le depara el destino a Alex (Justin Chambers), nos embarcamos en un viaje en coche con Arizona (Jessica Capshaw), Miranda (Chandra Wilson) y Jo (Camilla Luddington), quienes se trasladan a una prisión de mujeres muy peligrosas, para atender a una menor embarazada.

Ha sido un capítulo diferente, y sin duda, no el capítulo que esperábamos ver después de una midseason finale. Pero después de 12 años, y 13 temporadas, ‘Grey’s Anatomy’ sabe que esto es renovarse o morir, así que hay que arriesgarse y, aunque no a todo el mundo le haya gustado, salirse un poco de la línea temática a la que nos tienen acostumbrados.

 

Sólo nos reencontramos con tres personajes, y ninguno de ellos, es Meredith (Ellen Pompeo) lo cual llama la atención pero, oye, de vez en cuando no ver su cara de enfado constante, pues está bien. Arizona, Miranda y Jo se tienen que ocupar de una menor presa (y muy peligrosa) que está embarazada, y cuyo bebé corre peligro, al tener restos de un posible gemelo adheridos a su cuerpo, que actúa como un vampiro, chupándole sangre al pequeño.

Pero, claro, no todo iba a ser coser y cantar, y menos si juntamos presas, embarazos y dramas de por medio. Lo que parecía sencillo se tornará en más que complicado, emocional y físicamente para las tres doctoras.

Nos encontramos con Kristen (Ana Jacoby-Heron), una adolescente de 16 años, a punto de dar a luz, y más peligrosa de lo que ninguna de las tres doctoras podría imaginar. Desde el minuto 1 advertimos la animadversión de Kristen por el mínimo roce con cualquier ser humano, lo cual conduce a que tenga que ser esposada de pies y mano a la camilla. Pero hay algo que le da calma y esperanza a Kristen: pensar que, en el momento que su hija nazca, su madre estará a su lado, y que se la llevará para adoptarla y que así Kristen pueda seguir viéndola.

Pero ya sabemos que hay padres que no perdonan todo a sus hijos y lo que hizo Kristen fue algo tan grave que ni su propia madre es capaz de perdonarla, y admite a Arizona sus verdaderas intenciones: no entrar a ver a su hija durante el parto y luego, llevarse a su nieta lo más lejos posible.

 

Ha sido un capítulo en el que la moral, la ética, la educación, el deber, el trabajo… Todos esos factores se han visto enfrentados, han chocado los unos con los otros, cada uno ha sacado a relucir su personalidad, el lado más humano del médico que llevan dentro… Kristen, ya consciente de las intenciones de su madre, agotada, dolida y angustiada, decide tomar a su hija entre sus brazos por primera y última vez. Y da igual lo que hayas hecho, por qué lo hayas hecho, o a quien se lo hayas hecho: coger a tu hijo recién nacido en los brazos, sabiendo que será la primera y última vez que lo veas, te destroza, seas como seas.

‘Grey’s’ no es una serie que habla sólo de las relaciones entre médicos y pacientes, o los rollos amorosos, o las múltiples tragedias que suceden alrededor de un solo hospital. De vez en cuando, eligen ir al fondo, plantear temas como el de este capítulo, hacernos reflexionar y que pensemos: «¿Qué harías tú en esa situación?». Y eso es algo que hay que aplaudirles.

¿A vosotros os ha gustado el capítulo? ¿O pensáis que tendrían que haber ido directos al grano? ¿Esta bien que de vez en cuando se planteen temas un poco más morales? ¡Animaros a comentar vuestras opiniones con nosotros!

Irene Alva
AUTHOR
PROFILE

Quizás te pueda interesar...

¡Comenta el capítulo con nosotros!