Shameless 4×09: ‘The Legend of Bonnie and Carl’

La semana pasada en Shameless aparecía la esperanza de un buen futuro para los Gallaghers tras los difíciles momentos de esta temporada, y sin embargo, esta semana la realidad vuelve a aparecer como una caída en la nieve después de correr descalzo por ella… Que se lo digan a Fiona Gallagher (Emmy Rossum), ¿no? Si aún no viste este capítulo, atento a los ‘spoilers’.
En el último capítulo tuvimos un momento enternecedor entre Lip (Jeremy Allen White) y Fiona, que al fin parecían reconciliarse, y en este capítulo su situación está más tranquila pero vemos cómo aún, de alguna forma, él desconfía de ella. Y no es el único, incluso sus amigos. Pero, ¿qué se pensaba? Si la situación hubiese sido al contrario, y ella tuviera que dejar a sus hermanos con algún amigo que ha tenido problemas con drogas, se lo pensaría dos veces. Y precisamente por esta desconfianza le está resultando difícil encontrar un trabajo. Me pregunto cómo se sigue sorprendiendo con la reacción de la gente, «ex convicto por un problemita con las drogas» suena muy, muy mal. Parece seguir negando su culpa sobre esta situación, algo que pensaba que habría asumido tras el juicio, y literalmente tener que verbalizar su culpa. Si está forzada a ir a alcohólicos anónimos quizás debería asumir su «adicción» – y no la de las drogas, si no la del peligro, la cual salió a la luz con el hermano de Mike (Jake McDorman), Robbie (Nick Gehlfuss). 
Fiona trata de reírse del tema al contárselo a Veronica (Shanola Hampton), que no le van a contratar por culpa de los cargos, pero toda la situación da mucha pena y angustia. Sobre todo porque parece que su única opción, tras ser pública y dolorosamente humillada en su antiguo trabajo, es la opción que le da su consejera en Alcohólicos Anónimos, que es igual de humillante: prostituirse. La escena en World Wide Cup, con la hermana Pratt, demostró un elemento que hacía tiempo que no veíamos en la serie, y es la diferencia entre clases sociales, y cómo alguien más privilegiado se siente orgulloso de haber «mirado más allá de la familia» de Fiona a la hora de juzgarla, y que ésta la ha decepcionado. Me parece una falta de respeto bastante grande, considerando que es un tema personal y no algo que debería soltar en medio de una oficina llena de gente. Las palabras que le dice «¿Crees que eres una buena persona? No lo eres. Destruye tu propia familia y deja la mía en paz» parecen romper algo en la pobre Fi, y espero que no se conviertan en su mantra de ahora en adelante. Pero quizás haya sido una buena forma de despertarla y que asuma responsabilidades de otra forma. Sólo espero que no sucumba al odio propio que la lleva atormentando los últimos capítulos, me gustaría que cogiera su sensación de culpa y que trate de redimirse de la mejor forma que pueda. Y que Robbie tome cartas en el asunto también.
A pesar de ser la estrella de la actitud pasiva agresiva, Lip está luchando por mantener su vida universitaria, y puede que su inteligencia sea lo que saque adelante a los Gallagher. Eso sí, todo este tema con la novia de su compañero de piso es algo turbio, ¿no? El mega-horario en la pared, con un hueco especial para un ‘BJ *corazoncito*’ y otros para ir al baño… Eso sí, gracias a este invento, el novio de Mandy (Emma Greenwell) consigue traernos un momento mítico de Lip que llevábamos tiempo sin ver, convenciendo a la policía de la universidad que era un camello. Todo es gracioso y divertido hasta que nos preguntamos, ¿dónde estaba Mandy? Porque llega a casa con la cara ensangrentada y sabemos que no ha estado con Lip…
A quien sí tenemos bien localizado es a Mickey (Noel Fisher), porque parece querer quedarse en la casa Gallagher, y me hace preguntarme si de verdad Fiona no sabe qué está ocurriendo entre él e Ian (Cameron Monaghan). Que yo sepa, nunca han llegado a mostrar si Fiona lo sabía, pero cada vez es más evidente, sobre todo para su cabreada mujer (Isidora Goreshter). Qué pena que ni quiera saber el nombre de su hijo, ¿no? Me da un poco de pena que sea tan frío en ese sentido. Eso sí, las amenazas de la mujer sabemos que no son en vano, si Mickey no vuelve a casa y ella habla con su padre, por mucho que Ian le saque del armario, el barrio y su familia le van a volver a meter a base de tortas y prejuicios. Temo porque llegue ese momento, y Mickey debería tener algún plan para cuando todo comience a desmoronarse. 
Debbie (Emma Kenney), capítulo tras capítulo, se convierte más en una Gallagher, o al menos en una nueva Mandy. En esta ocasión, parece que su competencia también tiene garras y ganas de pelea, pero me ha hecho mucha gracia ver la evolución de la pequeña Gallagher con su vena psicópata, que ya habíamos visto anteriormente. 
Si la semana pasada andaba algo preocupada por Carl (Ethan Cutkosky), mis preocupaciones se han disipado un poco. ¡Ha tenido su primer beso! ¡Con alguien más malo que él! Es una pareja graciosísima y muy peligrosa, pero ha acabado el capítulo con más dinero que la propia Fiona. Parece que para avanzar en el mundo de Shameless, tiene que ser con una pistola…
Esta semana, Shameless nos ha traído un poco de la antigua esencia de la serie: más realidad y humor y menos emotivo. Fiona puede ir a llorarle a Robbie todo lo que quiera, pero sólo puede pedirle tomar responsabilidad por su lío amoroso: nadie puede quitar el hecho de que ella dejara la cocaína en un sitio donde Liam podía cogerla. Espero que consiga organizar su vida sin tener que recurrir a trabajos turbios. Frank (William H. Macy) y Sheila (Joan Cusack) parece que se van a casar, para que ésta pueda adoptar a aquellos niños de hace unos capítulos, y me parece un bonito detalle por parte de Frank. Pero… parece que su muerte está muy cerca, sólo hace falta ver el precioso detalle de Kev (Steve Howey) al llevarle el bar a él y no al revés. Pero este bonito momento nos acerca demasiado la muerte del irresponsable padre de familia. ¿Qué haremos sin él?
A ti, ¿qué te ha parecido? ¿Qué te parece la relación que acaba de surgir con Carl y su nueva novia? ¿Qué crees que le está pasando a Mindy? ¿Crees que Fiona conseguirá aportar suficiente a la familia para que no recaiga todo en manos de Lip? ¡Comenta con nosotros abajo! Aquí os dejo las fotos promocionales del próximo capítulo. 

Cristina Barba,
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