Llevamos tres capítulos de una temporada de ‘Supernatural‘ que prometía renovarse a sí misma pero volvemos a tropezar con lo mismo de siempre. Una y otra vez.

La Oscuridad prometía ser el nuevo villano todopoderoso e imparable dispuesto a sembrar el terror sobre el mundo al muy puro estilo Lucifer (Mark Pellegrino) durante sus temporadas de estrellato. Pero como viene siendo de costumbre en los últimos tiempos, se ha vuelto a quedar en un quiero y no puedo. Y sé que estamos sólo en el tercer capítulo de la temporada para afirmar algo de manera tan rotunda, pero tiempo al tiempo.

El primer capítulo garantizaba un cambio y con todo el tema del virus -que podría haber afectado a todo el mundo hasta donde sabíamos- se abrían las puertas a unas tramas renovadas y frescas, algo que ‘SPN‘ estaba gritando a todo pulmón. De hecho fue una introducción a la temporada lo suficientemente decente como para dejarnos con ganas de más a todos.

Sin embargo, el problema llega cuando el virus se resuelve en un abrir y cerrar de ojos –tema sobre el que ya ha reflexionado mi compañera Marina la semana pasada– y la Oscuridad se vuelve más inofensiva que Castiel (Misha Collins). ¿Dónde quedó la epicidad de esta serie?

Tampoco debemos olvidar que la Oscuridad es, convenientemente, una mujer, y ya sabemos lo que pasa con las mujeres que se cruzan para bien o para mal por el camino de los Winchester, así que por muy pre-bíblica que sea y aunque Dios no de señales de vida para volver a meterla de dónde salió, Sam (Jared Padalecki) y Dean (Jensen Ackles) conseguirán aniquilarla sean cuales sean las consecuencias de sus actos, siempre y cuando ambos estén a salvo, por supuesto. Y si no lo están y acaban bajo tierra, volverán a revivir como hacen siempre, porque ellos sí que pueden regresar de la muerte, todos los que dan su vida por ellos no. Todo esto ya nos suena, ¿verdad? Pues seguramente es lo que va a pasar tarde o temprano, no sin antes involucrar a Amara (Emily Swallow) de una manera romántica (o no) con Dean, ¿puede que se lleguen a convertir los dos en los reyes malvados del mundo? Nah, demasiado complicado para todos. Y recordemos que Sam nunca tira la toalla con su hermano, mucho menos Castiel, esta trama nos suena también, ¿verdad?

Por lo menos, Amara (Gracyn Shinyei) se ha empezado a poner un poco rebelde en su recién estrenada etapa adolescente, así que puede que a partir de ahora de más juego que cuando era una niña -más que nada porque prácticamente no hacía nada- y empiece a actuar un poco por sí misma y deje de acatar las órdenes de Crowley (Mark A. Sheppard), porque es ridículo que LA Oscuridad se deje mangonear por el Rey más patético que tuvo el Infierno. Sí, Crowley nos cae muy bien a todos, pero reconozcamos que como supremo de los demonios no hace absolutamente nada, se supone que tiene que dar miedo y ser el más malvado del lugar y hasta el pobre Castiel le ha ganado en eso más de un par de veces.

Quizá el único a aspecto a destacar de este capítulo sea la maravillosa intervención de Rowena (Ruth Connell). No deja de sorprender que siga con vida después de que le haya tocado los brazos tanto a Sam como a Dean. Jenna (Laci J Mailey) hizo mucho menos y duró 10 minutos, por lo que no dejo de preguntarme cuanto van a seguir jugando con nosotros y alargar su trama de manera innecesaria cuando, una vez más, todos conocemos su final, por mucho que Rowena nos guste y sus apariciones sean de lo mejorcito. Pasó con Charlie (Felicia Day), Jo (Alona Tal), Ellen (Samantha Ferris), Ruby (Katie Cassidy/Genevieve Cortese), Meg (Rachel Miner), Bela (Lauren Cohan), Hannah (Erica Carroll), Abaddon (Alaina Huffman) (et etc etccccc) y volverá a pasar con Rowena. Y Amara.

Lo peor de todo es que nos quedaremos sin ver todo el potencial de la Oscuridad y sin saber más sobre el tema brujas, la parte de la mitología de ‘SPN‘ que más desconocemos y que, al mismo tiempo, más potencial tiene. Prometieron enseñarnos más cosas sobre el funcionamiento de los aquelarres y los poderes pero segurmante se vuelva a quedar a medio camino.

Puede que me haya pasado un poco con todo lo que he dicho, pero llega un punto en el que uno se cansa de ver siempre lo mismo y ‘Supernatural‘ ha sobrepasado esa barrera en multitud de ocasiones. Y ojalá me equivoque con todo lo que he dicho a lo largo de este post y nos vuelvan a dejar con la boca a abierta como lo hicieron en la quinta temporada. Ojalá.

Por lo de pronto, la semana que viene vamos a tener que conformarnos con un nuevo capítulo de relleno, pero ojo, este es un poco más especial, ya que es contado desde el punto de vista de Baby. ¡Al menos es algo original!

PD: Tenía que hacerlo.