The Flash 4×10: El juicio de Barry

Tras varias semanas de parón, volvemos a las andadas con The Flash, que retoma la acción exactamente en el punto donde la dejamos, con nuestro Barry enfrentándose al juicio por homicidio.

Con el cambio de cuerpo, Devoe ha pasado a ser ahora Dominic (Kendrick Sampson), pese a que la mentalidad y personalidad es exactamente la misma. A su esposa, Marlize (Kim Engelbrecht), va a costarle un poco acostumbrarse a este cambio tan radical, aunque, si se permite la broma, chiquilla, has salido ganando enormemente. ¿Habéis visto al chico? Por favor, sobran las palabras. Aunque algunos seguro que ya lo recordabais por haberlo visto en ‘HTGAWM’. En cualquier caso, ahora la amenaza de Devoe se ha hecho todavía mayor, ya que no solo conserva su portento intelectual, sino que le sumamos la capacidad de leer la mente que ya poseía Dominic anteriormente, haciendo que tengamos al que probablemente sea el villano más peligroso e inteligente de la serie (que me perdone Harrison Wells).

El pilar central del episodio de esta semana ha sido, claramente, el juicio contra Barry (Grant Gustin), lo que ha dado otro estilo al episodio, menos enfocado a la acción heroica y más a algo similar a ‘Ley y Orden’, pero ha resultado bastante interesante, ya que en el proceso hemos visto una escala de grises muy necesarias en esta serie, que a veces parece moverse tanto en el maniqueísmo que cansa. Sin embargo, aquí hemos visto varios claroscuros, como el hecho de que Joe (Jesse L. Martin) estuviera dispuesto a implantar pruebas por la cara (ha sido gratificante y acertado que precisamente fuera Ralph (Hartley Sawyer), sabedor de lo que supondría tal acto, quien le disuadiera de cometer tan fechoría); o el hecho de que Iris estuviera dispuesta a revelar la identidad de Barry aun sin su consentimiento, lo que por cierto nos ha servido para que se sacaran de la manga (y esto no nos ha terminado de convencer) un nuevo «poder» de The Flash, algo así como ralentizar el tiempo hasta el punto de prácticamente detenerlo. También hemos visto lo lejos que es capaz de llegar Marlize con tal de continuar con el plan de su esposo y defender lo único que le queda. Qué gran actriz estamos disfrutando y qué gran binomio de villanos.

Aun con todo, sabíamos perfectamente dónde iba a terminar esto, con Barry en prisión, y curiosamente en la misma que en su día ocupó su padre. ¿Casualidad o una pieza más del plan de Devoe? No lo sabemos, pero seguramente tendrá cierta repercusión.

Por otro lado, la trama meta-secundaria del episodio ha servido para… poco o nada, para aportar unos cuantos toques de humor a un episodio por otro lado bastante serio. Ha estado bien intentar querer darle cierto protagonismo a Killer Frost (Danielle Panabaker) pero, sinceramente, para eso no la saquéis. Dadle nuevamente un villano a su altura, dejadle que se enfrente sola a alguien, que es perfectamente capaz de ello. Si la vamos a usar para que a la mínima de cambio le dejen tirada, no, así no.

Fallout es el nombre que Cisco (Carlos Valdes) otorga a este nuevo meta-humano, aunque quizá le hubiera pegado mejor algo como…

Bromas aparte, ha sido una trama bastante de relleno que bien ha valido para rellenar minutos y quizá especialmente para ofrecer ese contraste final entre el mérito policial que le otorgan al final junto a la condena por asesinato, un toque que ha estado bastante bien, y que nos muestra las dos caras de la misma moneda, a pesar de que todos sabemos lo retorcida que está la verdad a estas alturas. Solo nos queda preguntarnos… ¿qué hará ahora Central City sin su héroe principal? ¿Servirá para darle mayor cabida a Frost, Cisco y Wells (ojalá)? ¿Tendrá más momentos de gloria Ralph? ¡Nos leemos y os dejamos con el avance!

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Yer
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