The Vampire Diaries 8×04: ¿Cómo sigue alguien vivo en esta serie?

Vosotros qué sois, ¿más de la niña del poblado o de la niña del bosque? Porque al parecer, hay dos. Si es que los malos nunca vienen solos, y si no decídselo a los siete mil dopplegangers que lleva esta serie. Esta semana ‘The Vampire Diaries’ vuelve con otro capítulo divertido, pero mucho más lento que el resto de la temporada. Pero es que, ¡hay historia que contar!

Y la historia, ‘spoiler’, es un poco rollo. Personalmente me encanta el origen de los seres mitológicos y el origen de los personajes que los personifican me parece igualmente fascinante, pero ¿hacía falta un capítulo entero de recap sobre la vida de las sirenas? Ah, porque ahora hay dos. Mala 1 (Nathalie Kelley) y su hermana Mala 2 (Kristen Gutoskie), quién, ¡tachan tachan! Es más mala que la primera. En fin. Si querían que nos tragáramos una historia de llantos de la villana de los últimos capítulos, tirando de las emociones de Stefan (Paul Wesley) con las similitudes entre las vidas de las sirenas y los vampiros, lo han conseguido. Porque no hay nada más efectivo que el misterio diluyéndose en el capítulo cinco de la temporada.

Lo único bueno de la interacción entre Sybil y Stefan es que hacen que veamos a Stefan como el pedante que siempre ha sido y a veces se nos olvida que es. Se pasa toda su vida cometiendo crímenes por su naturaleza de vampiro, pero se pasa un par de años pensando que es humano y ayudando a señoras a cruzar la calle y ¿de repente cree que está completamente absuelto del infierno? Mira, cariño, Dios no estaría de acuerdo que él y Caroline (Candice Accola) se casaran en cualquier caso, porque Él dijo Adán y Eva, no Humano Inmortal y Humana Inmortal. O sea que ibas al infierno igualmente. Pero tú a lo tuyo.

Así que eso, con un buen juego de narrativa, nos cuelan que la becaria (Allison Scagliotti) de Alaric (Matthew Davis), la tía que babea por Indy Jones y se tatúa el símbolo de su trauma, es la otra sirena. Os prometo que me lo he creído y me ha encantado creérmelo. Ha hecho que la pobre tuviese una trama mucho más divertida y no tan deprimente. Pero claro, no tienen ningún sentido, oops. Así que la que sí es mala es la niñera, evidencia de que a las niñeras no se las puede creer nunca. O sea, no tiene ningún sentido que ésta sea una sirena tampoco, por lo que llevamos viendo, pero al menos sí sabemos que le gusta contar cuentos que dejan secuelas.

¡Ay, se nos olvidaba! Georgie muere. Lo cual la eleva a Personaje Más Interesante Muerto Que Vivo. En esta categoría podríamos meter a todo el reparto, pero bueno. ¿Ahora que se ha ido de la misma forma que Katherine, quizás volvamos a tener un poco de Nina Dobrev? Ric, por otro lado, sigue en su onda personal, dejándose sordo a propósito para escapar como el héroe que se cree que es y hablando mal de su becaria a sus espaldas. La obre chica ha sufrido mucho, Ric, jope.

¿Qué os ha parecido el capítulo? La mitología que rodea a las sirenas sigue siendo un misterio, porque no sigue la clásica que podríamos conocer, así que seguimos con algo de intriga por ver hasta qué punto son los seres más poderosos de la tierra. Por lo menos sabemos que hay alguien por encima de ellas (o debajo, más bien) – la historia empieza a hacerse más profunda.

🙁

P.D.: Matt (Matt Roerig) vuelve a Mystic Falls para salvar a su padre que le abandonó y encontrarse a su ex-BFF Taylor (Michael Trevino) en un maletero. Pobrecito. Lo siento. Es lo único que puedo decir. Los guionistas no te quieren tanto como nosotros.

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