The Vampire Diaries 8×05: No one stays

Ha quedado claro una vez más que a ‘The Vampire Diaries’ le encanta reducir al mínimo nuestras expectativas. ¿Mantener el ritmo relativamente alto con el que empezaron la temporada? ¿Para qué?

Porque sí, solo vamos por el quinto episodio y ya empiezan a deleitarnos con ese tipo de capítulos del que solo podemos rescatar un par de minutos. ¿Tendrá algo que ver con el inexplicable protagonismo de Donovan (Zach Roerig)? Quién sabe. (Nosotros votamos sí.)

Algo va mal cuando en una temporada sobre el mismísimo Infierno, Sirenas y regresos que podrían ser interesantes el tema más recurrente es el eterno conflicto interno de Damon (Ian Somerhalder) con su humanidad. Pero vayamos por partes.

Al final ha resultado que Tyler (Michael Trevino) no reapareció simplemente para morir, sino que se había dedicado a recolectar información sobre Celine (Kristen Gutoskie) y su verdadera identidad. Que Tyler estuviese tras la pista de estas Sirenas es tan sorprendente como que Matt siga vivo pero hemos dejado pasar tantas absurdeces sacadas de la manga que no nos queda otra que hacer la vista gorda una vez más. Sin embargo, que todos hayan descubierto quién es esa segunda Sirena no les ha acercado lo más mínimo a su misión de acabar con ellas.

Desconocemos cuál es el plan de Celine con las gemelas de Alaric (Matt Davis) y Caroline (Candice Accola), pero que las inicie en el mundo mágico generando fuego en cadáveres es de todo menos esperanzador. Y esto hay que sumarle que Damon ha decidido entregarse de pleno a una Sybil (Nathalie Kelley) que ha conseguido huir de la jaula en la que estaba encerrada. Una Sybil que se ha hecho con la única herramienta que parecía mermar sus poderes. Todo pinta maravillosamente bien.

Bonnie (Kat Graham) y Enzo (Michael Malarkey) siguen atrapados (nunca mejor dicho) en su particular luna de miel. ¿Qué hay que hacer en caso de que tu novio quede desprovisto de cualquier resquicio de humanidad? Súper sencillo: te encierras con él en una casita y le ametrallas con historias de lo felices que erais hasta que su indiferencia te haga desear abrasarte viva, con la confianza de que él espabile y decida que su amor por ti vale mucho más que las órdenes de una Sirena cualquiera. A Bonnie siempre le han gustado los retos, y la verdad es que ha sido gratificante ver que, al menos por esta vez, las cosas le han salido como ella esperaba. We are rooting for you, Bonnie.

Como hemos dicho al principio, este ha sido el típico capítulo de relleno que parece que cuenta muchas cosas pero hace avanzar demasiado sutilmente las tramas. ¿No os ha parecido forzadísima esa conversación entre los hermanos Salvatore? ¿Alguien se cree a Damon mientras se plantea si reactivar o no su humanidad? A Damon le encanta ser malísimo, y aunque sea más que evidente que terminará la serie siendo el más feliz junto al amor de su vida, lo cierto es que la maldad es lo que mejor le sienta. Que se guarde la humanidad para otro momento.

PD: ¿Cómo va a querer Elena (Nina Dobrev) volver a vivir si le esperan otros cien años perdidos leyendo los diarios de sus amigos? Está mejor en su ataúd, tranquilita.

Y ahora, ¡a comentar!

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Isabel Bienzobas
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